Cómo mudarte sin estrés ni gastar de más

Según estudios, son tres los principales causantes de stress en nuestra vida: Divorcio, pérdida de seres queridos y ¡mudanza! Aunque cada uno de estos eventos es diferente, el común denominador es el cambio que cada uno de ellos implica. Somos animalitos de costumbres, dirían las abuelas.

Ahora bien, es imposible alargar la vida de quienes amamos y muy difícil evitar un divorcio insalvable. Si en algo podemos tomar el control es en nuestra próxima mudanza. ¿Cómo mudarnos de casa sin comernos las uñas ni, peor aún, hacer un hoyo en nuestra cartera?

Elige casa con la cabeza y no con la tripa. Sea cual sea el presupuesto siempre habrá una casa hermosa que esté por encima de nuestras posibilidades. ¿Lo mejor? Decide en familia cuánto dinero puede destinarse de forma realista en renta o hipoteca. No se vale el “hacemos el esfuerzo” o “nos apretamos el cinturón” Mira que nadie digiere bien con un cinturón apretado ¿qué te hace suponer que en seis u ocho meses no vas a arrepentirte de esa decisión cuando falte el dinero para hacer frente a otros gastos?

Ten muy claro lo que estás buscando. El mercado de bienes raíces está lleno de posibilidades. Establece tus prioridades y busca casa de acuerdo a ellas ¿número de recámaras? ¿jardín? ¿vecindario? ¿cercanía con trabajo y escuelas? ¿precio? Cuando tengas una lista de lo que es importante y lo que desearías pero puedes sacrificar estarás listo para salir de cacería. Rehúsa visitar cualquier propiedad que no se ajuste a lo que buscas, ahorrarás tiempo, dinero y futuros remordimientos.

Despídete de apegos innecesarios. ¿Rechazarías la casa ideal porque no cabe el armario apolillado de la abuela? Si los clósets parecen pequeños tal vez sea momento de despedirte de tu vestuario de soltera/preembarazo/universidad/mejores épocas. Aún con espacio suficiente es buena idea comenzar la mudanza poniendo orden en la casa actual. Piensa en función del costo de cada metro cúbico de almacenamiento y cajas de mudanza ¿para qué mudar juguetes incompletos, ropa que ya no usas o trastes viejos?

Busca la mejor mudanza. No la más cara pero sí una con buena reputación ¿llegarán en el día y hora acordada? ¿cuentan con un seguro que proteja tus bienes? ¿su personal es confiable y honesto? Existen compañías que incluyen el servicio de empacado y acomodado, considera si vale la pena el gasto o tienes la paciencia y energía necesaria para hacerlo por tu cuenta. Las tarifas pueden cobrarse por evento o por hora. Esta última opción es recomendable si has dominado el arte de empaquetar, estará todo listo para ser transportado en cuanto los cargadores arriben y te mudarás a algún lugar cercano que no implique horas perdidas en el tráfico.

Considera los costos ocultos. El desorden de la mudanza invita a ordenar comida. Para evitarlo puedes cocinar con varios días de anticipación (así podrás empacar ollas y utensilios además de cuidar la figura) y, si tienes algún amigo de confianza, pide que “hospede” tu comida en su refrigerador. Recuerda que debes desconectar el refrigerador con al menos 12 horas de antelación a la mudanza y esperar otras 12 antes de volverlo a conectar. Mudar la línea telefónica y servicio de televisión de paga tienen costo y debes solicitarlo con al menos 15 días de antelación. Nada más triste que permanecer incomunicado en tu nuevo hogar.

Elimina las sorpresas. ¿Demasiado bueno para ser real? Cuando haz llegado a un acuerdo en el precio asegúrate de que incluye todo lo que necesitas. Es terrible mudarte a un fraccionamiento donde no puedes utilizar las áreas comunes porque existe un enorme adeudo de mantenimiento, vivir en una casa llena de goteras o años de adeudo de predial que te obligarán a dar la cara por tu arrendador cuando lleguen los requerimientos.

Suspende los pagos domiciliados. Esta es la primera acción a realizar una vez que decides mudarte pues toma al menos 30 días para darlos de baja ¿quién quiere pagar por los servicios de una casa que ya no usa?

Mudarse es sinónimo de mejorar. Con eso en mente puedes atacar todos los pequeños inconvenientes que se presenten.

Cuando la mudanza no representa un dolor de cartera y estamos seguros de haber elegido la casa ideal que se ajusta a nuestras necesidades, no queda entonces espacio para el stress. Recuerda, toma el control de tu dinero antes de que alguien más lo haga por ti.