La clave de la felicidad en la vida y en los negocios

Quizá estarán pensando que me volví un poco loco y que quizá me equivoqué y sin querer publicaron un blog mío que era para una página de crecimiento personal, desarrollo espiritual, etc. Pero no, aunque este tema quizá resulte un poco polémico y distinto a los que he venido escribiendo, sentí una enorme necesidad, digamos que un llamado a escribir esto.

En los últimos meses y años en realidad, he venido tenido un crecimiento personal como Papá, soy un bendecido padre de 2 niños hombres, uno de 3.5 años y otro de 5.5 años. Las personas que tienen hijos sabrán a lo que me refiero cuando digo que los hijos son unos de los mejores maestros que tenemos en la vida, las distintas dimensionas y formas en la que nos enseñan son tantas que tendría que escribir un pequeño libro acerca del tema, y en realidad ni siquiera soy experto en temas de niños o educación en niños, mi expertise en Pequeñas Empresas y Emprendedores, pero no en educación infantil. Sin embargo recientemente hice una conexión de esas que no hacemos muy seguido y que me emocionó mucho, ya saben, de esos "momentos de luz" que te alimentan el espíritu.

Y todo comenzó con una reflexión constante que he tenido junto con mi esposa desde que nacieron nuestros hijos que en síntesis se resume a: ¿qué tanto le debo de dar a mis hijos? ¿Cuál es la "medida" adecuada? Como padres queremos lo mejor para nuestros hijos, pero a veces equivocamos el camino, personalmente vengo de una generación donde mis padres me dieron todo y de más, nunca me faltó un juguete, nunca me falto buena educación, buena salud, viajes, etc. En los últimos años he tratado de educarme en el tema de la educación de mis hijos, me apasiona el tema de las Pequeñas Empresas y Emprendedores, así como el crecimiento personal y me pongo como meta el tratar de leer alrededor de 10 libros al año, 80% de negocios relacionados con Pequeñas Empresas y Emprendedores y un 20% de crecimiento personal. Sin embargo he añadido a mis objetivos el leer al menos un par de libros relacionados con la educación de mis hijos y como mencioné anteriormente, he tratado de ir a pláticas y conferencias de especialistas en el tema. En este camino he podido encontrar que la mayoría de los expertos, al menos los que yo he consultado, coinciden en que actualmente a los niños de las nuevas generaciones, se les "da demasiado" y que esto trae consecuencias nada positivas para ellos.

¿A qué se refieren con darles demasiado?, la mayoría de los papás hoy en día se enfocan en mantener contentos a sus hijos y entonces les compran muchos juguetes, los meten a todo tipo de clases (música, deportes, etc.), los llevan a centros comerciales, a lugares para diversión de niños a parques, a viajes, les permiten que vean mucha TV, iPad, etc.  Están literalmente "al servicio de sus hijos".  Los niños solo tienen que incluso insinuar que quieren algo, un vaso de leche, algo de comer, un juguete, etc. para que los papas corran al momento a dárselos. ¿Y qué tiene que ver todo esto con el título de este blog?, por favor dame unos minutos más de tu tiempo y te lo diré. Primero quiero comentarte una conclusión que escuche en una conferencia que me hizo reflexionar muchísimo, la conclusión decía algo así: "hoy en día los papás por tratar de tener contentos a los hijos, les están privando de desarrollar su capacidad de ser felices", es decir, por darles todo, les estamos quitando las herramientas emocionales para ser felices, ¿por qué?, he aquí la clave: porque una de las claves para que una persona sea feliz es aprender a manejar las frustraciones y las frustraciones se presentan cuando no obtenemos exactamente lo que queremos y  eso en la vida, sucede muy seguido.

¡Voilá! este es el meollo del asunto, al darle todo a nuestros hijos los estamos enseñando solo a obtener gratificaciones instantáneas y no aprenden a postergar la satisfacción y en mi experiencia personal, no he conocido persona alguna en este plantea que no haya enfrentado retos y dificultades en su vida, no he conocido nadie que siempre ha obtenido lo que ha querido. Ahora sí, creo que tienen razón en volver a preguntar ¿y que tiene todo esto que ver con las empresas? Pues mucho, sobre todo con ser Emprendedor y dueño de una Pequeña Empresa ya que la tolerancia y buen manejo de la frustración es un ingrediente indispensable para poder tener éxito, felicidad y plenitud en los negocios. Porque una empresa es una constante fábrica de frustraciones y retos, es un lugar donde la mayoría de las veces las cosas no saldrán exactamente como nosotros los dueños y emprendedores queremos, he aquí la conexión entre estos conceptos.

Si bien no podemos regresar al pasado pedirles a nuestros padres que nos vuelvan a educar y a enseñarnos un poco más a tolerar las frustraciones a postergar las satisfacciones, si podemos hacer 2 cosas:

1.       Estar conscientes de esta situación y entrenarnos en el arte de manejar frustraciones, cada día con cada frustración pequeña o grande, podemos hacer el ejercicio de aprender a manejarlas anímicamente mejor. Esto no significa para nada el dejar de ser persistentes, al contrario, significa ser muy persistentes pero con el grado adecuado de desapego para que no nos afecte, es decir, tener una filosofía de "haré mi mejor esfuerzo, pero si las cosas no me salen exactamente como yo quería, voy a estar bien y voy a tener confianza de que al final del día, las cosas pasan por alguna razón".

2.       Educar a nuestros hijos a saber manejar las frustraciones, entrenarlos todos los días, una experta en una plática dio una fórmula que quizá pueda parecer muy drástica para muchos pero puede tener mucho de fondo: de cada 10 cosas que te pidan tus hijos, dile a 9 que no, enséñale a postergar la satisfacción: "Papá quiero ver Tv", "más tarde hijo", "Mamá quiero un helado", "hoy no hijo, otro día", "que día" "yo te aviso cuando", "Papá quiero el iPad, en un rato y únicamente 10 minutos", etc. etc.

Así que a entrenar nuestro musculo de manejo de frustraciones y les puedo asegurar que tendrá un impacto directo en el desarrollo, crecimiento y éxito de su empresa y sobre todo, en su tranquilidad, su felicidad y su paz interior.

#kdr