Seis razones por las que tu dieta falla

¿Te has preguntado por qué no logras bajar de peso si has intentado con numerosas dietas una y otra vez? Aquí están seis posibles razones por las que tu dieta falló
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¿Te has preguntado por qué no logras bajar de peso si has intentado con numerosas dietas una y otra vez? Foto: Photos.com
¿Te has preguntado por qué no logras bajar de peso si has intentado con numerosas dietas una y otra vez? Foto: Photos.com

¿Te has preguntado por qué no logras bajar de peso si has intentado con numerosas dietas una y otra vez? Aquí están seis posibles razones por las que tu dieta falló

1.- Muchos de nosotros asociamos la palabra “dieta” con un régimen alimenticio de corto plazo, con privaciones que sólo ocurrirán por poco tiempo para después volver a la normalidad.

Muchas dietas no son factibles a largo plazo, la solución es ajustar la dieta a la vida real para evitar tirar la toalla y asimilarla como algo que permanecerá con nosotros por mucho tiempo (o quizá todo).

2.- Las dietas drásticas o demasiado estrictas pueden provocar cambios de humor, dolores de cabeza, fatiga física y mental, irritabilidad, malestar digestivo, y dificultades para pensar; al grado de que muchas personas llegan a sentirse como zombies. Nadie quiere sentirse así, por lo que es mejor cambiar tu dieta para sentirte lleno de energía, lúcido y feliz.

Tú conoces mejor tu cuerpo que nadie, así que sabes exactamente lo que te hace sentir mal. Confía en tu cuerpo y no subestimes sus necesidades básicas porque puedes poner en peligro tu metabolismo y salud.

3.- Sentir hambre cinco minutos, o incluso una hora después de comer no está bien en una dieta. De hecho, el hambre crónica generalmente indica que tu dieta es desequilibrada o inadecuada, por lo que debes consumir los nutrientes necesarios para que tu cuerpo conserve energía y no se resista a la pérdida de peso.

Para evitar sentir hambre es necesario incluir alimentos saludables que aumentan la saciedad y que te mantengan así por más tiempo, es decir, aquellos ricos en proteína (huevos, aves, pescado, frijoles y lentejas); fibra (frutas, verduras, granos enteros) , y grasas buenas (aguacate, nueces, semillas y aceite de oliva o de coco). Otra buena estrategia es elegir los alimentos que le permiten comer más volumen sin acumular el exceso de calorías, como el agua de frutas y verduras frescas.

4.- El control de peso a largo plazo es un compromiso de por vida y caer ante la tentación de una antojo puede suceder que experimentes sentimientos como la ira, la depresión o resentimiento. Si los antojos te atacan frecuentemente y te rindes ante ellos, es probable que termines abandonando la dieta.

Trata de eliminar el pensamiento de “todo o nada” antes y durante tu dieta. Si caes ante un antojo, lo mejor es no exagerar, pues no es malo permitirte un “pequeño derroche” de vez en cuando. Una vez a la semana no está nada mal. No ser capaz de disfrutar de tu comida es una receta segura para el desastre.

5.- La presión social ha logrado que muchas dietas se queden en el camino, pues muchas personas realmente tratan de cumplir sus objetivos pero comentarios como “no necesitas bajar de peso, te ves muy bien”, desmoronan poco a poco las buenas intenciones o ¿qué tal las reuniones o los días festivos en los que toda la comida disponible simplemente no va con la dieta? Lo mejor que puedes hacer en estos casos es explicar tus sentimientos al respecto y pedir apoyo y respeto a tu dieta asimismo, si es posible, consumir unas cosas por otras; es decir, si te encuentras en alguna reunión, en vez de tomar cerveza, elige el agua.

6.- Estamos prácticamente programados desde el nacimiento para usar la comida de forma emocional. Nos vinculamos a ella y así celebramos durante las comidas, usar la comida para mostrar nuestro afecto, usamos otro tipo de alimentos cuando estamos en tiempos de crisis, y a veces usamos la comida para refugiarnos en ella cuando hay tristeza. Un mal día en el trabajo, ansiedad o una buena nueva pueden desencadenar que comas de más. Superar la comida emocional es el obstáculo más grande para la pérdida de peso.

Las emociones fuertes tienden a ahogar los pensamientos racionales, así que lo mejor es alejarse de los eventos que pudieran causar reacciones inmediatas. Si no es posible y te encuentras triste, enojado o asustado, y sabes que el consumo de algún alimento hará que te sientas mejor en este momento, piensa entonces en lo mal que te sentirás después por haber fallado. En este caso no se trata de un antojo, así que es aconsejable evitarlo.

*livm

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