¡El negro en el arroz!

La expectativa de los agentes económicos y principales empresarios, no grillos sino empresarios, pasó del optimismo pleno a comenzar el año, al coraje, incredulidad y pesimismo total. ¿Qué lo provocó?

La Reforma Energética es un gran vendedor del Mexican Moment, pero las declaraciones del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, han tenido un efecto de balde de agua congelada.

Nadie se explica el cómo en la Presidencia de la República no hay una sola reacción que aclare el porqué el Estado mexicano está dialogando con grupos de autodefensa en Michoacán o las guardias comunitarias de Guerrero “cuentan con todo el respaldo” del gobierno de la República.

El dialogar y el transitar a quienes actúan organizados como guerrilla para combatir a policías municipales, Templarios, grupos de narcotráfico, lo único que muestra es que el gobierno está claudicando a la responsabilidad primaria de proveer seguridad a todos los ciudadanos y, que está dispuesto a “perdonar” y “asociar” a  delincuentes, para combatir a delincuentes.

Increíble ver a un empresario cómo pasaba el video y la foto en su celular de uno de los camiones quemándose y expresando: “Esto no es posible, ¡ni siquiera han iniciado una averiguación y nosotros llevamos sólo en enero seis camiones quemados!... Nadie ha dialogado con nosotros, ni siquiera nos preguntan, sólo los queman y ésas son pérdidas grandísimas. El Estado no es capaz y cómo quieres que pensemos en invertir más si renuncia a su obligación primaria y dialoga con criminales”.

Esta forma de pensar, de indignarse, es algo que se repite en pláticas de café, en oficinas corporativas, en el seno del mismísimo Consejo Coordinador Empresarial, que preside Gerardo Gutiérrez, quien suaviza el discurso, pero no puede ignorarlo.

Hay quien pide la salida de quien declaró, hay quien dice que el Presidente está tomando decisiones y que habrá relevos, hay quien desearía que llegara Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, pero también dudan de que la investigación lleve a algo, que la inteligencia que recoge datos de los diarios y los medios funcione para algo salvo espiar a ciudadanos y, menos aún, que las fuerzas policiales y de seguridad del Estado tengan capacidad para terminar con la principal preocupación ciudadana: la falta de aplicación de la ley.

Mientras la reforma financiera pretende impulsar el crecimiento de la economías 0.5 por ciento en términos de PIB como decía el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, o la Reforma Fiscal pretende aumentar la recaudación tributaria en 1.65% del PIB y fortalecer la capacidad de crecer, estos empresarios que viven día a día el aumento de los costos asociados a mantener por sí mismos la seguridad de sus bienes, sus propiedades, sus fábricas, a sus trabajadores, sus familias, sólo piensan en que la inseguridad les cuesta 1.35% del PIB anualmente. Ésa es la realidad transable de la percepción económica.

La violación del artículo 17 de la Constitución, que obliga a que “ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”, y el pasarse por armas la Ley de Armas de Fuego y Explosivos que prohíbe la portación de armamento de tipo militar como observamos todos los días en fotos y respaldos de video que muestran que esos grupos actúan como paramilitares dado que ¡nadie tiene en su casa ese armamento!, parece ser justificada por el gobierno, pero nadie en un país democrático avalará tal violación de la ley. Los empresarios menos.

De Fondos a Fondo

Hace un par de días, en el marco del Autoshow de Detroit 2014, se dio a conocer la noticia de que General Motors, cuya CEO a partir de hoy es Mary Barra, y en México dirige Ernesto Hernández, arrasó con la obtención del premio del auto y la troca del año en Estados Unidos.

Dichos honores le correspondieron por el Chevrolet Corvette Stingray y la Silverado 500, que aquí ha conservado la Cheyenne por aquello del “apá”. 

El reconocimiento es relevante para la industria automotriz de nuestro país, porque ambas plataformas cuentan con componentes fabricados por SanLuis Rassini en México, cuyo CEO es Eugenio Madero.

Por un lado, el Corvette Stingray cuenta con discos de freno fabricados en la planta de Rassini, en Puebla, y la Silverado cuenta con resortes y muelles de suspensión, así como discos de frenos.

SanLuis Rassini cuenta con siete plantas de manufactura estratégicamente ubicadas en Norteamérica y Brasil. Para mantenerse a la vanguardia y diseñar componentes que satisfagan completamente las necesidades de los fabricantes de autos, anualmente reinvierte alrededor de cuatro por ciento de sus ventas en investigación y desarrollo y, sin lugar a duda, esto contribuyó a que en 2013 SanLuis Rassini fuera reconocido por el propio General Motors como su proveedor del año en el rubro de frenos y suspensiones.

Lo que llamó la atención en el mercado de la compra que realizara Grupo Salinas a través de Elektra de la red Blockbuster en México, es el cambio que le introducirá en el mercado de video on demand, juegos y servicios de video con la combinación de servicios bancarios brindados por Banco Azteca que lleva Luis Niño de Rivera. Recordemos que Total Play ya ofrece video on demand, un mercado de unos cuatro mil videos rentados directamente o por internet en México por año.

También destaca el hecho de que a las 320 sucursales acuden 1.6 millones de clientes de manera documentada que rentan videos y películas, se encuentran en los segmentos B y C de la pirámide de ingresos, un salto importante para Elektra y para Azteca, que se han especializado en el segmento C y D. Como quien dice, metió gol en dos mercados, porque en el bancario se compra un piso de venta de alto valor agregado y en el de video, se suma al negocio que se supone que este segmento es el de la clientela bancarizada y, lo más interesante es que combinan servicios financieros con venta de video y entretenimiento, mercado en el que  participan Netflix, Claro de América Móvil, Wal Mart, TotalPlay y Televisa.