CIUDAD DE MÉXICO.- Recientemente ha tenido lugar un resurgimiento del optimismo que a inicios del año pasado existió en torno a las perspectivas de crecimiento de la economía mexicana. Si bien aún está por verse si dicho optimismo tiene más fundamentos hoy de los que tuvo ayer, es impoirtante mantener en mente uno de los problemas más grandes que tiene México: la informalidad.
De acuerdo al INEGI alrededor de dos de cada tres trabajadores mexicanos laboran en condiciones de informalidad, mientras que el sector informal de la economía ronda el 30% del total.
Victor Hugo Vázquez Cortés vincula este problema con otra característica estructural de la economía mexicana: la mayor parte de las empresas del país son microempresas.
De acuerdo al análisis de Víctor, en el caso mexicano, las microempresas son la válvula de escape en donde se emplean aquellos que no logran encontrar una plaza laboral bien remunerada. Así, el espíritu emprendedor de buena parte de los mexicanos no es sino una respuesta a las difíciles condiciones económicas y al deterioro del mercado laboral. En este artículo se explora con mayor profundidad la relación entre microempresas e informalidad, analizando algunas implicaciones que tiene dicha relación para la economía en su conjunto.
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