CIUDAD DE MÉXICO.- Es un hecho que vivir por un tiempo en el extranjero representa un reto. El idioma y las costumbres representan temas para tomar en cuenta cuando se trata de adquirir o mejorar experiencias en otro país, pero ¿afrontar el desafío de pertenecer por un tiempo a otra cultura cambia nuestra forma de pensar?
De acuerdo con algunos estudios, la experiencia en otros países vuelve a las personas más flexibles, más creativas y les proporciona una mayor capacidad de razonamiento, lo cual les ayuda a crecer no sólo personal, sino también profesionalmente.
Por ejemplo, el estudio hecho por un profesor asociado de comportamiento organizacional en el Institut Européen d'Administration des Affaires (INSEAD), encontró que entre la mitad de los estudiantes que cursaron un MBA en el extranjero, existía una mayor capacidad de integración y razonamiento (como mayores conexiones entre ideas y conceptos diferentes) gracias a las adopciones culturales que vivieron en otro país.
En palabras llanas, la gente que ha tenido experiencias de ese tipo en el extranjero o que se identifica con más de una nacionalidad, tiene mayor capacidad de resolver problemas y desarrollar mayor creatividad y un gran sentido emprendedor; así lo dijo Angela Leung, profesora asociada de psicología de la Singapore Management University.
Sin embargo, estudiar o trabajar en el extranjero no es sinónimo de éxito. Éste depende del grado en el que el individuo en cuestión esté dispuesto a abrirse y a aprehender una nueva cultura.
Lo leímos en Time.
*livm