El apetito de Warren Buffett por las adquisiciones

La máquina de acuerdos de Warren E. Buffett está zumbando de actividad.

Con el acuerdo al que llegó el jueves 13 de noviembre para adquirir Duracell de Procter & Gamble, Berkshire Hathaway, el conglomerado de Buffett ha demostrado una vez más su apetito por adquisiciones grandes y estructuradas de manera creativa.

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Berkshire ha llegado a numerosos acuerdos en sectores muy diferentes en los últimos años.

Algunos han sido grandes, como la compra de H.J. Heinz por 23,000 millones de dólares; otros han sido transacciones pequeñas como la adquisición por 1,100 millones de dólares de una estación de televisión en Miami y otros bienes. Incluso apareció hace unos meses para aportar el financiamiento de una toma de control realizada por Burger King Worldwide.

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En su carta de este año a los accionistas, Buffett parece revelar este apetito. Con el acuerdo de Heinz, explicó, “creamos un modelo de asociación que podrá servirle a Berkshire en futuras adquisiciones de cuantía”. Y dio a entender que la subsidiaria de energía de Berkshire podría llegar a acuerdos de adquisición aún más grandes después de comprar NV Energy por 5,600 millones de dólares.

Él ha estado de caza mayor en busca de acuerdos descomunales desde hace tiempo. En su carta anual a los accionistas de febrero de 2011, advirtió: “Mi rifle para elefantes está cargado y tengo picazón en el dedo del gatillo”,

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El acuerdo de Duracell consiste básicamente en acciones. Berkshire planea usar 1,800 millones de dólares en efectivo para recapitalizar a Duracell, al tiempo que intercambia acciones de Procter & Gamble por valor de unos 4,700 millones de dólares.

Pero Berkshire tiene una poderosa reserva para llegar a más acuerdos en el futuro: la compañía reportó cerca de 62,400 millones de dólares de efectivo en sus diferentes negocios a fines de septiembre.

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