¿Cómo estamos gastando?

La caída en el precio del petróleo, que llevó la mezcla mexicana por debajo de los 66 dólares por barril, y que el peso sea una de las monedas que más se han depreciado durante los últimos días, con una devaluación acumulada superior al 5%, deben hacer que el gobierno federal se pregunte si no ha llegado el momento de revisar cómo estamos gastando.

El viernes el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, trató de hacer un nuevo llamado a la calma estableciendo que los ingresos petroleros están garantizados para el año próximo por la compra de coberturas y la utilización del Fondo de Estabilización Petrolera; además de que la economía está dando muestras de recuperación, como lo muestran el número de afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social y el crecimiento del sector de la construcción, que se desarrolla al doble de lo que lo hace el PIB en su conjunto.

Sin embargo, este optimismo no es compartido por los críticos de la economía, que establecen que el país tiene un crecimiento promedio ligeramente superior a 1.5% en promedio durante la administración de Enrique Peña Nieto o algunos datos como el consumo interno, que no se ha recuperado en buena medida porque los consumidores tienen menos dinero disponible para gastar.

Si bien es cierto que los ingresos petroleros están “garantizados” es necesario establecer algunas dudas: ¿Toda la producción petrolera? ¿A qué costo?

También se debe ir mucho más allá. Es un hecho que después de la reunión de la OPEP quedó claro que los grandes productores desean mantener durante algún tiempo precios bajos, no sólo para incrementar su participación de mercado desplazando a los menos eficientes, sino también ejercer cierta presión sobre el gobierno de Rusia y su creciente posición bélica.

La baja en los precios del petróleo que, por ejemplo, lleva la gasolina en Estados Unidos a su menor nivel de los últimos cuatro años, lo que da una idea del incremento que debe tener el subsidio a este combustible en México considerando que la mitad es de importación y cómo impacta en los demás programas de gasto del gobierno federal.

En una segunda instancia está la implicación que tendrá en la Ronda Uno. De acuerdo con la Reforma Energética una parte de la inversión provendría de aquellos inversionistas que deseen explotar petróleo de manera independiente. A estos precios muchos de los proyectos no son rentables.

Es importante recordar que la Ronda Cero resultó mucho más atractiva, puesto que Pemex preservó el 88% de los campos, pero mucho más importante aquellos que garantizan la mayor productividad. De hecho, la inmensa mayoría de los inversionistas consideran que es mucho mejor ir asociado con Pemex que abrir un camino nuevo.

Acciones

Hasta el momento el gobierno federal no ha dado señales de cambiar la política económica o fiscal, puesto que analizan la actual coyuntura como una suerte de burbuja que podrán superar con la recuperación económica que, aseguran, ya está dándose.

Los datos disponibles del INEGI no muestran el impacto de la caída del petróleo que se ha dado a partir de septiembre.

En este sentido, la gran pregunta que debe hacerse luego de la depreciación que ha tenido el peso y que lo mantiene arriba de 14 pesos por dólar es si se trata de un movimiento que tenga que ver con la especulación y castigo a los países petroleros débiles o si, como dicen algunos, ya inició una salida de capitales del país.

La cifra de inversión extranjera directa  no da una visión clara porque ha estado afectada por grandes operaciones de una vez en ambos sentidos de la balanza.

Uno de los temas que preocupa es la efectividad en el gasto público. Si bien el gobierno dice que ha incrementado el gasto público y que se están cumpliendo algunos programas con antelación (el fin de semana la Secretaría de Comunicaciones y Transportes anunció que con un mes de antelación había cumplido la meta de conectividad),  la realidad es que el impacto en el gasto no se aprecia de una manera importante.

En materia fiscal, la Secretaría de Hacienda no ha dado ninguna muestra de plantear moverse en ningún sentido desde la posición que tomó a partir de la Reforma Fiscal.

Preocupa que el gobierno anuncie acciones en el sentido correcto, como mando único para las policías municipales en un esquema estatal o generar tres polos de desarrollo en las regiones más retrasadas del país. La pregunta es ¿cómo se van a financiar?

Algunos legisladores, como el perredista Mario Delgado , han manifestado su preocupación porque el tren de gasto del gobierno es cómo si el país estuviera creciendo a tasas cercanas al 4%, cuando el país difícilmente crecerá más de 2% este año.

Ha llegado el momento de preguntarnos con seriedad si no ha llegado el momento de analizar cómo estamos gastando y cuál es el grado de eficiencia de uso de los recursos públicos.

Titánica

Tras los meteoros Ingrid y Manuel, la comunidad más afectada fue La Pintada, en Guerrero. Parecía que jamás se recuperaría de la devastación; sin embargo, el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de Sedatu, no sólo a que la reparara sino que mejorarán las condiciones de vida.

El esfuerzo fue reconocido por las Naciones Unidas, que el viernes entregaron a este proyecto el Global Partner Award, que se entrega a funcionarios públicos que muestran especial liderazgo al contribuir en el desarrollo y mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones.

Gran parte del éxito tuvo que ver con el hecho de que la dependencia encabezada por Ramírez Marín no actúa sobre esquemas únicos, ya que a cada caso le dan un tratamiento administrativo particular que les permite operar con flexibilidad a favor de las comunidades.

Reconocimiento

Granjas Carroll es una de esas empresas que llaman la atención por su compromiso social, ya que básicamente opera en regiones muy marginadas en la crianza de ganado porcino, pero lo hace con un gran compromiso con las comunidades.

De hecho, acaba de recibir nuevamente premios por sus acciones de responsabilidad social que están muy vinculadas con el desarrollo de las poblaciones.