Gas LP vs. renovables

No terminan de arrancar los proyectos energéticos ni de despuntar las inversiones en energías renovables.

Y es que, si bien es cierto ya existe una Reforma Energética, y aunque nada está escrito, porque parece que no se ha dado el banderazo de salida a los proyectos, todos los sectores que involucran a esta industria ya hacen sus solicitudes de lo que pueden y no pueden hacer. Pero hasta ahí se queda.

La competencia en el mundo de las energías comienza a ser más que atractiva y le corresponde a la Secretaría de Energía, al mando de Pedro Joaquín Coldwell, poner las reglas claras y dar certeza jurídica.

Es una realidad que las energías actuales no desaparecerán, aunque sí mitigarán su potencial de frente a un mercado enorme por explorar, me refiero a las energías renovables que apenas comienzan a despuntar.

Por lo pronto, la Asociación Iberoamericana de Gas LP hace lo propio en pro de revisar y platicar las mejoras en materia de regulaciones, certificaciones, normatividades y cambios que le pudieran afectar o beneficiar.

Donde la implementación de nuevos programas, como lo es un esquema de tarifas que diferencie los costos de operación de las empresas en las regiones del país y permita proporcionar una mejor atención al usuario final. Está en la lista de pendientes, y no de ahorita sino desde hace varios años.

Además, se tendrán que analizar mecanismos que eviten, supervisen y sancionen a las empresas que promueven el comercio clandestino de gas LP; y de esa manera contribuir a la reducción de los riesgos de accidentes para la zona metropolitana, como a nivel nacional. Por supuesto, también el servicio de las energías y ahí sin ser exclusivo de este sector, será un gran tema a detallar.

Esquema que ya está siendo aplicado en países como Colombia, en donde el único precio controlado es el del recipiente portátil, no obstante, otros sistemas de reparto, como lo es el gas estacionario con medidor, cuentan con un mecanismo de tarifa libre en donde el precio se establece a través de la demanda. Y donde en México se debería tomar mayor seriedad al respecto.

A fin de cuentas, se prevé que ello ayudaría también para que la plantilla nacional de consumo energético se revierta. Actualmente, el 35 por ciento del consumo nacional de energía se basa en la leña, una tendencia que muestra el encarecimiento del precio del gas LP en los últimos años.

La realidad es que se requiere de una mejora del servicio y dar paso a la evolución de las energías renovables, donde los recursos naturales, aunque son la principal fuente de generación, la realidad es que todavía les hace falta que se sienten las bases de cómo detonar toda la industria y rubros que la incorporan, a fin de dar certeza jurídica a todos los integrantes. Será, que ya comiencen a detonar los proyectos, como se esperaba con la llegada de la Reforma Energética.

Ojalá que sí, que no sólo se traduciría en inversiones sino en generación de empleo.