Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

11 May, 2015

Adelanto especulativo que amenace con depreciar la moneda, puede inducir un ajuste cambiario previo a que actúe EU

No obstante, los contagios perjudiciales que a cada rato estamos a punto de importar de la economía internacional, especialmente en estos momentos de amenazas económicas que campean en el resto del mundo, a México le pinta bien el futuro mediato por la fortaleza de su economía y por el cuidado que han tenido sus autoridades con las reformas estructurales recientes y los ajustes legislativos aplicados en 2015.

En un reciente intercambio de puntos de vista, las dos lideres económicas más importantes en la escena mundial —Janet Yellen, presidenta del Banco Central de Reserva de EU, y Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI)— se enfocaron en las implicaciones de la potencial volatilidad en los mercados financieros.

Sus puntos de vista tuvieron que reflejar las ópticas de sus instituciones, y al final dejaron la sensación de que los avances logrados en el manejo de los instrumentos regulatorios en los mercados financieros de los países auguraran bien para la economía internacional.

Evidentemente nadie declaró ganadora a ninguna de las dos a causa de sus posiciones en la conversación pública, pero es evidente que la preocupación con la estabilidad del sistema financiero —caballo de batalla del FMI—  puede enfrentarse a las políticas públicas de los Bancos Centrales que atenúen sus efectos. El tiempo nos lo dirá, y pronto lo veremos.

Pero el Banco de México, en voz de su gobernador, Agustín Carstens, adelantó que de continuar la presión sobre el peso, como se ha dado en las últimas semanas, nuestro banco central, podría aumentar sus tasas de interés de referencia:

“Si aumenta sustancialmente la volatilidad y esto afecta el tipo de cambio podríamos hacer algún ajuste en nuestra política monetaria, aún cuando por razones internas no fuera recomendable”, afirmó.

Por otra parte, estamos evidenciando importantes cambios que fortalecen la economía de México. Por ejemplo, en marzo próximo pasado, las remesas internacionales de divisas, que enviaron a sus familiares los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, rebasaron al petróleo crudo como segunda fuente de divisas.

Importante ocurrencia, precisamente cuando la menor exportación de petróleo ha afectado al país. Así, connacionales enviaron a México dos mil 258 millones de dólares desde California, Texas y Chicago.

En ese tenor de acontecimientos, la inversión foránea marcará un récord por la captación de dinero externo que entrará a México por las inversiones que están anunciando entrar. Así, se espera que México capte 30 mil millones de dólares anuales de inversión extranjera directa, 50 por ciento más que el promedio histórico registrado desde que fue firmado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, aseguró el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, luego de participar en el World Economic Forum en Latinoamérica (WEF).

Finalmente, el auge del sector automotriz mexicano “sigue incontenible” y luego de los anuncios de inversiones en plantas manufactureras en distintas regiones de la República, el primer cuatrimestre de 2015 cerró con un incremento de más de 22% en ventas.

*Economista

Twitter: @acanovelez

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