Un entorno no planeado

Como prometí en una columna anterior, ya no voy a hablar del próximo mandatario norteamericano, sino sólo acerca de los emprendedores y las empresas familiares. Tanto los acontecimientos mundiales como la revolución tecnológica acelerada que disfrutamos, pero que ya está haciendo estragos en varios sectores establecidos (por ejemplo, el servicio postal en todas partes, las ventanillas de sucursales bancarias y, tal vez, los cines múltiples que a su vez desbancaron a las salas individuales de muchas colonias), y un largo etcétera en el que estamos inmersos, hace pensar que el futuro será huracanado para el que no lo afronte, se adapte y trate de adelantarse.

Un profesor norteamericano apellidado Mahto escribió para el FFI un artículo interesante y retoma un concepto llamado “Hipercompetencia” que, como dice su nombre, crea un entorno acelerado y afecta en lo particular a las pequeñas y medianas empresas familiares acostumbradas a crecer de manera estable y a largo plazo. Sus dueños y personal clave se sienten con cierta seguridad de que durarán en sus cargos por largos periodos y que cederán sus puestos y poder a sus sucesores, preferiblemente descendientes, después de un largo proceso de entrenamiento y preservar la tradición entre generaciones. Salvo en casos de conflicto y falta de reglas claras, la continuidad de los negocios de este tipo busca ser lo más ordenada posible y algunos  abren su panorama a la formación de grupos empresariales, apoyando tanto a los familiares emprendedores en sus nuevos proyectos como el tener el gobierno corporativo que estructure a la organización en su crecimiento y complejidad.

Pues bien, hay varios fenómenos que, según Mahto, están cambiando el panorama y creando la hipercompetencia: Él los define como una notable disminución del ciclo de vida de los productos y servicios en el mercado. Los teléfonos fijos y casetas telefónicas están desapareciendo por la llegada masiva de celulares, que a su vez están causando con sus aplicaciones que se reduzcan las laptops y computadoras de escritorio. Sólo falta ver cuál será la nueva invención, que ya está desarrollándose para reemplazar a estos artículos.

Otro fenómeno es la entrada al ruedo de nuevos competidores de todo el orbe, procedentes de otros sectores, ahora en competencia directa. En las tiendas departamentales se han introducido con éxito cocinas gourmet para un almuerzo rápido, variado y mucho más sofisticado que las franquicias de fast food o los restaurantes de la zona. Habemos algunos que gozamos esa variedad de comida, sin necesariamente ir a comprar en la tienda.

Finalmente, hay fronteras de negocios que se rompen, como los coches eléctricos, las telecomunicaciones de triple uso (cable, teléfono e internet) en una sola factura y la velocidad de respuesta actual.

Si estas maravillas nos hacen más fácil la vida diaria y nuestras operaciones, tienen también su lado negativo y en ciertos casos francamente sombrío en empresas generalmente familiares que no se adapten y surjan con una mente emprendedora y dispuestas a tomar riesgos.

Continuará.