Depresión nacional (II)

Ayer publiqué la primera parte del manual para parecer inteligente, bien informado y en contacto con las causas sociales. Totalmente integrado a la corriente mayoritaria según la cual México está en crisis y el futuro será todavía más negro.

Le recuerdo que es fundamental poner cara de todo está muy mal y peor se va a poner, mediante ignorar datos económicos que lo desmientan o minimizarlos. Tomar fuera de contexto cualquier dato que parezca negativo y, siempre, en todo momento, tener una actitud de desprecio hacia un dato positivo.

Quinto. Todos los datos positivos, como el de que aumentaron 5.9% a tiendas anuales al cierre de noviembre, y póngalos bajo uno de estos dos filtros y, si puede, utilice los dos.

Como el crecimiento en las ventas es menor a 7.7% registrado en octubre, diga con voz enfática algo así: “A pesar de El Buen Fin, las ventas se desaceleraron”. Ignore, con profundo desprecio, a quien le diga que ese fin de semana se vendieron 89 mil millones de pesos, 11% más que un año antes. Él qué va a saber.

Vamos, aquí puede aplicar el clásico. Diga, como si tuviera pruebas de una conspiración entre el Inegi, el gobierno y la realidad en contra de los mexicanos, algo que sea más o menos así: “A pesar de que todo ha subido de precio, la inflación se mantiene en 3.31 por ciento”.

Si alguien le pide un dato que lo desmienta, puede sacar su recibo de alguna empresa de televisión de paga y muéstrelo con el estilo histriónico que imagina que tuvo Moisés cuando descendió de la montaña con los 10 mandamientos.

No importa que las telecomunicaciones, en su conjunto, sean el rubro del INPC que más ha disminuido, con una baja superior a 25% en el último año.

Puede dar like en cualquier red social a notas que casi nunca tienen una fuente clara, como la de ayer, según la cual Mabe aumentará entre 10 y 30% el precio de sus productos.

Seguramente todos los mexicanos están pensando en comprar productos de esa marca al mismo tiempo, ya que, según la imaginación, se trata de un artículo de la canasta básica, al cual todos los deciles de ingreso, especialmente los menores, destinan un porcentaje altísimo de su ingreso familiar.

Si esa no le funciona, recurra a la salida típica de asegurar que todos sabemos que los datos del Inegi están manipulados por el gobierno. Tampoco importa que se trate de un organismo autónomo.

TRUMPNOMICS

Sexto. Todo, absolutamente todo, es culpa de Donald Trump. Si el tipo de cambio se recupera, como ha venido sucediendo en los últimos días, es a pesar del Presidente electo de Estados Unidos.

También puede decir, como en casi cualquier caso desde el 8 de noviembre, que si el dato es bueno, fue porque ignoró de alguna manera las políticas para joder a México que, según la imaginación popular, estimulada por ciertos periodistas y redes sociales, ha diseñado este hombre en una cueva llena de racistas que desayunan, comen y cenan odio a los mexicanos. No importa que la realidad sea que el Presidente de Estados Unidos trabaja por el bienestar de su país y que, como deberíamos hacer los mexicanos (pueblo y gobierno), trabaja por engrandecer a su nación.

Curiosamente, el diablo actual es Trump, pero antes de él lo fue la baja en el precio del petróleo, la normalización de la política monetaria de Estados Unidos o la increíblemente equivocada versión según la cual Enrique Peña Nieto es profundamente incapaz y tiene al país sumido en crisis.

NOSTRADAMUS

Séptimo. En todo momento debe estar convencido de que el futuro estará peor y puede hacer una lista de temas que le preocupan, como el que la inflación sube como espuma y que aumentará más.

Que la incierta recuperación del precio del petróleo, que tanto añoró durante los últimos dos años, será verdaderamente nociva para el país, puesto que subirá el precio de la gasolina. Aquí puede decir que subirá entre 3 y 5 pesos, nadie le pedirá un dato duro.

Por cierto, olvide o finja hacerlo todas las veces que dijo que estaba harto de los gasolinazos y que había llegado el momento de que tuviéramos los mismos precios que en Estados Unidos. Seguramente usted, como la mayoría de los mentecatos, sólo tomó el menor precio y no que en algunos lugares es mucho más cara que el promedio en México.

También dé por un hecho que la depreciación llegará hasta 25 por dólar. Recuerde, todo es culpa de Trump y que, sin lugar a dudas, este hombre sólo ganó la elección en su país para dañar a los mexicanos.

Si usted está interesado en ser políticamente correcto o repetir las opiniones tan comunes desinformadas, ignore esta columna y la de ayer.