5 realidades de los aviones que harán que dejes de temerles

CIUDAD DE MÉXICO.- El miedo a abordar un avión es normal. Estar a 30,000 pies de altura puede ser perturbador para todos aquellos que no nacimos para volar. Al subir a un avión existen riesgos naturales que pondrían en riesgo tu vida, sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, la seguridad en estos es cada vez mayor.

Hasta el momento no existen vuelos cien por ciento seguros. Para que calmes tu temor la próxima vez que utilices uno, te decimos cómo hacen para proteger tu vida en distintas situaciones.

¿Cómo hacen para proteger nuestra vida?

Aves

Seguro no es tu mayor miedo al volar. Pero si un avión se encuentra –y choca- contra una bandada de aves, podría ocurrir un accidente debido a que los cuerpos de estos animales pueden averiar los motores de las alas al interferir con su funcionamiento.

El encuentro se convierte en una masacre para las aves, y de no ser por las nuevas tecnologías lo sería también para los tripulantes. Para resolver esta situación se realizan pruebas de impacto con aves muertas que son disparadas con pistolas de aire a gran velocidad. Así es, literalmente lanzan aves muertas contra motores en funcionamiento para verificar su resistencia.

También lo hacen impactando cadáveres de pájaros contra los vidrios y la cabina para comprobar que pueden soportar este tipo de golpes. Estas pruebas han ayudado a los ingenieros a producir motores y estructuras más adecuadas con las que estos peligros se convierten en inconvenientes de rutina.

Lluvia y hielo

El agua puede ser un problema serio para los aviones. Cuando un motor entra en contacto con el agua y no está diseñado para soportarlo, puede dejar de funcionar y provocar un accidente.

A esas alturas, también existen fragmentos de hielo que golpean y entran en los motores. Al igual que con los pájaros proyectiles, se han desarrollado pruebas de agua y hielo sobre los motores para verificar su funcionamiento en estas situaciones.

Cambios de temperatura

Un fallo en las máquinas debido al congelamiento o sobrecalentamiento de la máquina es un lujo que no se pueden permitir las aerolíneas.

Para comprobar la resistencia de estos motores en temperaturas distintas, se realizan pruebas en zonas calurosas, heladas y a altas alturas para verificar la resistencia y comportamiento de los motores. Si existe algún fallo o avería, es revisado por los ingenieros para mejorar su funcionamiento.

Rayos

Aunque no lo creas –o quieras saber-, en promedio cada avión es alcanzado por un rayo al menos una vez al año. En Reino Unido existe un Laboratorio de Rayos, ubicado en la Universidad de Cardiff.

El secreto para soportar estos impactos reside en su material. Los aviones modernos están fabricados en su mayoría en aluminio, un metal conocido por su alta conductividad. Gracias a esta propiedad, cuando una aeronave es impactada por un rayo, la electricidad se disipa a lo largo de su estructura sin causar mayor daño.

Turbulencias

Si te ha tocado una turbulencia en pleno vuelo, sabrás que no es una experiencia divertida ni agradable. En este tipo de situaciones la aerodinámica del avión debe soportar los fuertes vientos, poca visibilidad y la densidad de las nubes.

Imagen intermedia Pruebas de agua. Foto: Flickr

La aerodinámica de los aviones es puesta a prueba en túneles de viento en los que deben soportar situaciones críticas y comprobar no sólo la resistencia de las alas, también su capacidad de mantenerse en el aire a priori del clima.

Ahora lo sabes, la próxima vez que abordes un avión, sigue las instrucciones del personal, obedece cuando te digan que permanezcas sentado, pon tu celular en modo avión e intenta relajarte.

Quizá no superes el miedo, pero ya sabes que en estas situaciones no hay mucho qué temer.