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En ocasiones, individuos que se hacen pasar por adivinos, brujos, esotéricos o iluminados pueden explotar la vulnerabilidad de personas que atraviesan situaciones emocionales complicadas.
Estas personas buscan respuestas sobre su futuro, ya sea en cuestiones financieras, amorosas o la suerte en la lotería. Sin embargo, detrás de estas aparentes predicciones se esconden estafadores que aprovechan esta necesidad de orientación.
Es fundamental estar alerta y consciente de los riesgos que estos individuos representan.
Aquellos que han sido víctimas de estafas esotéricas a menudo informan que se les cobraron diversas cantidades por estos supuestos servicios.
El 59% de las víctimas informa haber pagado entre 100 y 5,000 pesos, mientras que el 34% declara haber pagado de 5,000 pesos en adelante. El restante porcentaje informa haber pagado sumas aún mayores.
En cuanto a la demografía de las víctimas, el 83% de los informes presentados ante las autoridades corresponden a mujeres. De estas, el 49% tiene edades comprendidas entre los 31 y 45 años, el 36% tiene edades de entre 18 y 30 años, y el 10% supera los 46 años.
La mayoría de las víctimas alega haber encontrado a estos supuestos adivinos o brujos a través de plataformas en línea, con un 46% mencionando Facebook como el medio de contacto. Otro 39% menciona sitios web, mientras que una minoría de casos involucra contactos presenciales (2%) y plataformas como YouTube (2%), con el restante porcentaje sin especificar la fuente de contacto.
Salvador Guerrero Chiprés, Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, ha destacado un aumento significativo en las estafas esotéricas.
En 2021, se registraron 17 informes de este tipo, cifra que aumentó a 29 en 2022, y en lo que va del 2023, ya se han registrado 14 informes. Si bien estas cifras aún son minoritarias, son preocupantes debido a su crecimiento constante.
La mayoría de los informes proviene de la Ciudad de México, representando el 68% del total, mientras que el resto corresponde a áreas como el Estado de México, Tabasco, Veracruz, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Quintana Roo.
Las personas que se hacen pasar por adivinos y brujos a menudo recurren a redes sociales, anuncios en periódicos, folletos, y YouTube para ponerse en contacto con posibles víctimas.
Comienzan ofreciendo consultas gratuitas o a precios muy bajos. Una vez que han atraído a sus clientes, argumentan que la situación es más compleja y requiere sesiones adicionales y trabajos especiales, exigiendo pagos cada vez más altos.
Cuando las víctimas no ven resultados y deciden no pagar más, estos estafadores recurren a la extorsión, amenazando con revelar la identidad de la víctima en redes sociales y divulgar detalles de su situación.
Salvador Guerrero Chiprés destaca la importancia de reconocer que las soluciones mágicas o esotéricas no resuelven los problemas.
En lugar de recurrir a supuestas fuerzas ocultas, alienta a las personas a buscar ayuda científica o médica si enfrentan problemas emocionales o depresión.
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