¿Quién es el dueño de la casa habitada más antigua de la Ciudad de México?

En el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, justo cerca del Zócalo Capitalino y el majestuoso Templo Mayor, se erige una reliquia del pasado: la casa habitada más antigua de la metrópoli.

Conocida como Seminario 12, esta histórica residencia se destaca por su arquitectura novohispana y su rica herencia cultural.

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Detrás de sus muros, se esconde una fascinante historia que abarca desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad.

Guardiana del pasado: propietarios y preservadores

César López Negrete y Carolina Coppel son los actuales custodios de esta joya arquitectónica, a quienes se les encomendó la tarea de preservar su esplendor para las generaciones futuras.

Comprometidos con esta misión, han convertido Seminario 12 en un centro cultural dinámico que alberga exposiciones artísticas, talleres y un restaurante, manteniendo viva la historia de este singular lugar.

De convento a librería

Antes de ser una casa residencial, Seminario 12 fue un convento del siglo XVII construido sobre un antiguo templo dedicado a Tezcatlipoca, una deidad fundamental en la cosmogonía azteca. Más tarde, durante el siglo XX, el edificio albergó la primera librería comunista de México, conocida como Librería Navarro, antes de convertirse en una fundación.

En 1988, gracias a la labor de restauración de Mónica Baptista Barocio, el edificio resurgió de entre las ruinas para iniciar una nueva etapa como hogar y espacio cultural.

Tras las huellas de Tezcatlipoca: legado prehispánico y mexica

Antes de la llegada de los conquistadores españoles, el lugar donde ahora se encuentra Seminario 12 estaba ocupado por un templo dedicado a Tezcatlipoca, una figura divina asociada con una amplia gama de aspectos en la mitología mexica.

Conocido como "Espejo Humeante", Tezcatlipoca era reverenciado como un dios omnipresente y omnisciente, cuya influencia se extendía a todos los aspectos de la vida mesoamericana.

Su templo era un lugar de gran importancia ceremonial y espiritual para los antiguos habitantes de la región, y su legado perdura en la historia y la arquitectura de la ciudad hasta el día de hoy.

Con su rica historia y su papel en la preservación del patrimonio cultural de la Ciudad de México, Seminario 12 sigue siendo un recordatorio tangible del pasado glorioso y complejo de esta vibrante metrópoli.