Etiquetado frontal, la daga en el cuello

A las empresas en México les llueve sobre mojado. No importa al sector al que pertenezcan, el gobierno de la 4T no les da tregua.

La preocupación ahora es que el 1 de octubre viene otro golpe, pues con la entrada en vigor del nuevo etiquetado frontal de advertencia, que además de pérdidas en ventas implica gastos extraordinarios para adecuar los empaques, lo que genera una presión adicional para enfrentar el impacto económico del covid-19.

Y no sólo las empresas mexicanas son las que se están quejando. La Asociación Nacional de Manufactureros (NAM) en Estados Unidos pidió una prórroga y la intervención del representante comercial, Robert Lighthizer, que ha llevado la queja a la OMC, al igual que la autoridad europea, por considerar que el etiquetado y sus reglas mexicanas son un obstáculo técnico al comercio.

ConMéxico, de Jaime Zabludovsky, que agrupa a las empresas del sector, estima que ante la prohibición de publicitar sus productos, sus ventas podrían caer en, al menos, unos 3.1 mil millones de dólares anuales. Se trata de cambiar la presentación de cerca de 880 mil productos, lo que ¡no es cosa fácil!, porque no pueden reetiquetar, sino realizar inversiones para sustituir el inventario de empaques existentes, como las botellas retornables de refresco, entre otros.

Pero mire. Si el presidente López Obrador considera que toda industria es corrupta y sólo tiene obligación de pagar impuestos, y jamás las escuchó durante la elaboración de la norma, ojalá que el gobierno escuche al menos a Chris Netram, vicepresidente de política fiscal y economía nacional de la NAM, o a su principal representante, que es el presidente estadunidense, Donald Trump.

• DE FONDOS A FONDO

#TrenMéxicoToluca… La jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, retomó el liderazgo y ejecución del tramo tres, que va de Santa Fe a Observatorio, después de un año en el que la SCT, de Javier Jiménez Espriú (la plática de ayer con el Presidente fue difícil, pero respetuosa, y se sabe que hay un compás de espera para que el Presidente encuentre al sucesor idóneo o el ingeniero asimile la militarización portuaria bajo un esquema de subordinación y acotado para los elementos de la Marina), definiera las características técnicas y de diseño de este tramo.

Caabsa, de Luis y Mauricio Amodio, dicen tener listo a su personal, maquinaria, estructuras metálicas y trabes prefabricadas para reanudar de inmediato y concluir la obra en dos años. El tramo tiene un avance del 50%, porque están construidos 10 de los 17 kilómetros, pero los que faltan incluyen puentes voladizos para librar asentamientos urbanos, manantiales y barrancas en su descenso hacia Observatorio, la conexión al Metro y una estación para beneficiar a la zona urbano-popular de Santa Fe.

Más allá de los diferendos que se han dado por el contrato y el proyecto ejecutivo, que se arrastran desde 2016, Caabsa acordó concluir el tramo, que quedará bajo la responsabilidad de la Secretaría de Obras y Servicios de la ciudad, a cargo de Jesús Esteva, en el que se invertirán 9 mil millones de pesos, que vendrán del gobierno federal entre el 2020 y el 2023, de los cuales 400 millones de pesos se usan para el arranque en los términos de la propuesta que se le presentó la semana pasada al presidente López Obrador.

#Aeroméxico… ¡Vaya confusión! La asamblea de tenedores de certificados bursátiles de Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, convocada para ayer 20 de julio por el fiduciario (CI Banco), luego de que informara que dejó de pagar intereses, tiene fines informativos para enterarles a detalle del proceso de reestructura bajo chapter 11.

En un proceso así, ningún acreedor puede recibir pago de intereses, salvo los garantizados y los fiscales (pago de aeropuertos o cuotas de aeronavegación o combustible) que no incidan en la operación. Recuerde que es una reestructura de un negocio en marcha.