Seguridad CDMX, una estrategia replicable

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha sostenido una serie de encuentros con diversos grupos empresariales o de representación empresarial, en los que escucha problemáticas de los sectores y el desarrollo de propuestas para superarlos.

Recuerdo que hace un año, cuando la reapertura pospandemia comenzó a reactivar el sector servicios, especialmente comercios, restaurantes, lugares recreativos y ofrecimiento de servicios diversos, se propuso reducir el delito de robo y de extorsión, los dos delitos más sentidos por el comercio formal e informal. Se acordará de algunos eventos que en Polanco levantaron la nota roja y la encuesta de la Canaco CDMX daba cuenta del crecimiento de las extorsiones y asesinatos.

La CDMX ha profesionalizado a la policía de contacto y hoy, sin duda, es la más confiable en el país con todo y que Samuel García, de Nuevo León, argumente que es la suya o que el gobernador de Jalisco diga que sus delitos están por debajo del promedio nacional.

Un plan tiene éxito, cuando quien se queja comienzan decir que ha mejorado la situación y, de acuerdo con la encuesta trimestral que realizó la Canaco CDMX entre sus agremiados, la percepción de que ambos delitos han disminuido es coincidente con las cifras de la autoridad. ¡No hay otros datos!

La Canaco registra una disminución de 5.4% en la incidencia delictiva al cierre de junio y el número de negocios que fueron víctimas de un ilícito pasó de 21.2% a 15.8%, el menor porcentaje en los últimos 12 años. Otro dato interesante: se incrementaron las denuncias por robo y asalto en 7.3 por ciento. No implica que se haya eliminado la cifra negra, pero la confianza de los comerciantes, víctimas de un delito, mejoró porque 48.5% realizó su denuncia. La forma de realizarla mejoró en tiempo y acompañamiento.

La estrategia de Sheinbaum tiene que ver con cuatro acciones que debieran replicarse en el país: 1) coordinación entre autoridades de prevención y procuración de justicia; 2) el policía que atiende un delito se vuelve investigador del mismo, desde el momento en que acude al llamado del comercio, 3) la Fiscalía tiene mejor información para sancionar con mayor celeridad el delito y, 4) se acompaña al comerciante en la presentación de la denuncia. No tengo información sobre las sanciones.

Comparo, en la Ciudad de México, un policía gana mínimo 14,500 pesos y tiene prestaciones de ley, mientras que en Naucalpan ganan 10,175, pero aquí en la ciudad no pagan el material con el que realizan su trabajo, mientras que allá pasan por la coperacha para completar la cena. Naucalpan es hoy, en la Encuesta de Percepción de Inseguridad del Inegi, la tercera ciudad donde ciudadanos y empresarios se sienten inseguros y, el índice sube a más de 90 por ciento. Por eso insisto en que el plan de acción que coordina el secretario Omar García Harfuch es replicable en todo el país, pero implica voluntad política de los mandatarios estatales para estructurar la coordinación entre policías estatales y municipales, de tal forma que la diferencia de partido entre una alcaldía u otra no impida perseguir, investigar y sancionar el delito. En el Estado de México, en todos sus municipios, no se observa una coordinación similar y, si alguien se atreve a denunciar, la misma policía de proximidad advierte al comercio de las posibles represalias que podría tomar la delincuencia. ¡La cifra negra es negrísima! Cierto, el avance no implica que la CDMX no tenga tarea por delante.

DE FONDOS A FONDO

#Sheinbaum... En 35 años de cubrir al sector financiero, nunca me había tocado que un gobernante se acercara a representantes del sector financiero sin pasarela. La diputada de Morena Patricia Armendáriz logró reunir a representanes de todos los sectores (sofipios, sofomes, afores, aseguradoras, integrantes de Amexcap, las dos bolsas, fintechs resulas, inversionistas ángeles, fondos y bancos) con la jefa de la Ciudad de México, en un diálogo muy positivo para impulsar el financiamiento en todas sus modalidades, no sólo a proyectos de infraestructura, sino a pequeñas y medianas empresas. Interesante conclusión de Claudia Sheinbaum: más que desregular, hay que destramitalizar la actividad financiera.