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Pocas veces nos damos cuenta los riesgos a los que exponemos nuestras llaves del auto, en ocasiones afectamos su vida útil de manera directa, en otros casos se puede provocar su desprogramación al colocarlas cerca de un cargador inalámbrico o exponerlas al sol.
Como cualquier otro dispositivo electrónico, estas llaves, que utilizan la mayoría de los vehículos modernos, fueron diseñadas para tolerar el uso cotidiano y los posibles accidentes que pudieran surgir, como los impactos provocados por una caída, sin embargo, todo tiene un límite, y si por alguna negligencia de nuestra parte dejara de funcionar, su reemplazo podría darle un golpe duro a tu billetera.
Para evitar caer en esta situación, consultamos a Héctor Ruesga, técnico mecánico automotriz, quien nos contó sobre los cuidados que, como usuarios, debemos tener con estas piezas.
“Lo primero que debemos saber es que existen, esencialmente, tres tipos de llaves inteligentes. El primero es el que tiene el herraje y en la parte superior un componente de resina que en su interior tiene un transponder, un componente electrónico que se encarga de comunicar al coche con la llave para que el motor pueda ponerse en marcha.
“Las segundas y más comunes, mejor conocidas como de tipo navaja, tiene dos componentes: el transponder, que comunica la llave con el módulo de encendido y un emisor de radio con frecuencia para abrir los seguros o cajuela, activar la alarma y demás funciones. La gran mayoría tiene un herraje escondido, el cual aparece cuando presionamos un seguro que la libera.
“Uno de los principales cuidados que debemos tener con estas llaves es evitar acercarlas a objetos magnéticos como bocinas, imanes, cargadores de inducción, que ahora encontramos con mayor frecuencia en muchos vehículos”, comentó el especialista.
Y es que al estar colocado muy cerca de los portavasos de la consola central, muchas personas la colocan en ese espacio, algo que no es recomendable porque se genera un campo magnético el cual podría dañar alguno de los sistema de la llave, tanto el transponder como el de radio frecuencia.
“No es algo que suceda continuamente, pero el riesgo de que se desprograme está presente, pues recordemos que en su interior se encuentra una batería que alimenta los circuitos y demás componentes internos de la llave, la cual podría dañarse por efecto del campo magnético. También debemos evitar exponerlas directamente al sol, pues la elevada temperatura que puede alcanzar podría deformar no sólo la carcaza de la llave, sino que, además, deformar la tableta donde están colocados los circuitos integrados, dejándola inservible.
“A veces no nos damos cuenta pero si dejamos la llave en el parabrisas o en un cofre al mediodía, la llave puede resultar seriamente afectada. Recordemos que tanto el frío como el calor extremos pueden llegar a borrar la información de uno de estos microchips”.
Obviamente, debemos evitar el contacto directo con el agua o exponerlas a un ambiente muy húmedo.
“Si se nos llega a caer la llave al agua, lo que debemos hacer de inmediato es sumergirla en un vaso con alcohol etílico, puede ser el que se usa en curaciones, y dejarla un par de minutos.
“El alcohol no es un elemento que pueda dañar un dispositivo electrónico porque no tiene agua, y lo que va a hacer es neutralizar la reacción de óxido y de sales y limpiar la humedad, posteriormente, con una secadora de pelo podemos eliminar el exceso de alcohol y la llave vuelve a funcionar”.
También no es necesario presionar con mucha fuerza los botones de la llave, pues al hacerlo comenzaremos a deformar los contactos de los botones con la tablilla de los circuitos integrados.
“Las llaves están diseñadas para recibir determinado número de golpes, incluido que se nos puedan caer del bolsillo, pero no es recomendable golpearlas o trasladarlas en la bolsa del pantalón llena de monedas porque el herraje y los botones se van a desgastar más rápido. Podríamos colocar la llave dentro de una funda de silicón para protegerla del desgaste y de las caídas”.
Con estas recomendaciones las llaves de tu auto durarán más tiempo, pues considera que el repuesto de una llave podría costar entre 5 mil y hasta 35 mil pesos, más el tiempo que tarda en llegar a la agencia y el trámite de comprobación de propiedad del coche así como el levantamiento de un acta por robo o extravío.
La mayoría de los autos modernos cuentan con una llave de valet, la cual debemos traer anexada a la llave normal y que ofrece sólo las funciones más sencillas del vehículo, pues no permiten la apertura de la cajuela y las puertas, excepto la del conductor, la guantera y limitan la velocidad máxima, entre otros elementos, y sólo permiten arrancar el motor del coche para moverlo.
Si tu coche tiene reconocimiento de llave, asegúrate de que lo dejaste bien cerrado antes de dejarlo estacionado.
-Herraje de una llave: Es la parte metálica de esta pieza, la cual está grabada o mecanizada en sus extremos, con forma de pequeños dientes o impresión de puntos en su superficie, con el objetivo de que entre en una chapa y pueda abrirla o cerrarla.
-Transponder: Componente ya sea cerámico, de cristal o electrónico, que emite un código por radiofrecuencia en el momento en que ponemos la llave en el vehículo para abrir contacto. Este código es captado por una antena o unidad lectora, normalmente ubicada en el conmutador de arranque.
