Expectativas del sector automotriz para el 2023

En el año 2020 se encontraba la pandemia en su auge y, por lo tanto, las medidas para frenar los contagios estaban en su punto más fuerte, las fábricas automotrices se encontraban cerradas y la producción cayó a mínimos históricos. 

Una vez que la pandemia se fue controlando en el 2021 y se relajaron las medidas, ocurrió un boom de demanda de autos, pero el sector automotriz no pudo hacer frente a la gran demanda de vehículos y este sector continuó estancado, no por un tema que sólo dependiera de este sector, sino debido que a nivel mundial se desarrollaba la crisis de los microchips. 

Como se ha mencionado en este espacio anteriormente, la crisis de los microchips para el sector automotriz ocurrió debido a que en la pandemia los productores de semiconductores volcaron toda su producción a satisfacer la demanda de microchips de electrónicos (tabletas, laptops, celulares). Recordemos que, en la pandemia, las familias pasaron de tener una computadora de uso común a varios dispositivos para poder realizar las actividades diarias relacionadas con el trabajo y la escuela.

Por lo tanto, la industria automotriz tenía complicaciones para conseguir insumos para su producción y los que lograba conseguir eran a cuentagotas y, además, con retrasos, debido a la situación a nivel mundial de las cadenas de suministros. 

El sector automotriz debía librar batallas por distintos frentes, toda esta situación parecía ser su Waterloo, pero el sector automotriz aguantó y esto fue debido a un aliado inesperado: los automóviles seminuevos. 

Los consumidores al no encontrar autos nuevos para comprar y la industria, al no poder satisfacer la fuerte demanda, encontraron una solución en la venta de autos seminuevos. Estos vehículos se convirtieron en verdaderas joyas codiciadas, la cual los consumidores estaban dispuestos a pagar un precio muy similar por un auto nuevo que por uno seminuevo.

Después de tener dos años seguidos de claro-oscuros, el 2022 para el sector automotriz no ha sido de total recuperación: continúa teniendo diversos problemas debido a la situación actual de los microchips y de las cadenas de suministros, por lo que, si bien se ha producido una recuperación en la venta y producción de automóviles, todavía no alcanzamos los niveles prepandemia. Dicho esto, sí que comienza a observarse una luz que pareciera ser el final del túnel. Lamentablemente México sufre un retraso en la transformación eléctrica del sector automotriz. 

Entre tanto, en este año que termina, las acciones de las empresas del sector automotriz no han tenido un año tan favorable. El precio de las acciones de General Motors tuvo un rendimiento negativo durante el 2022: a inicios de año rondaba los 60 dólares por acción, mientras que actualmente se encuentran cerca de los 38 dólares, lo que significa una caída del 37 por ciento. También se encuentra el caso de Ford: la empresa legendaria de los Estados Unidos tuvo un rendimiento negativo del 37.5% en el precio de sus acciones, iniciando el año con un precio cercano a los 21 dólares y cerrando cerca de los 13 dólares por acción. 

El sector automotriz en México parece estar recuperándose a los niveles previos a la pandemia, pues registró un buen desempeño durante noviembre del 2022, ya que el crecimiento de las ventas y la producción de automóviles fue del 15 y 12%, respectivamente. A este ritmo, en el 2023 podríamos estar recuperando las ventas de autos que se tuvieron en febrero del 2020, las cuales alcanzaron las 104 mil unidades. En consecuencia, en el primer trimestre del año 2023 podríamos observar la recuperación de este importante sector, al menos a los niveles previos a la pandemia, por lo cual valdrá la pena seguirlo de cerca.

Por: Víctor Hugo y Miguel León 

*amm.