Razones por las que el motor de tu auto pierde potencia

CIUDAD DE MÉXICO.- Púede ser por el paso del tiempo y uso, o por algún defecto que salga que un motor puede sufrir una pérdida de potencia. Las causas pueden variar, pero si tenemos algunas nociones de su funcionamiento, será más fácil descubrir qué pasa.

Para darnos una idea, es necesario conocer los elementos básicos que intervienen en un motor de combustión interna. Para que un propulsor trabaje, se requiere una mezcla de aire y combustible en el interior de las cámaras de combustión la cual, tras un proceso químico y la chispa de una bujía, crea una explosión de gas que mueve el pistón.

Un vez que comprendemos este proceso, podemos comenzar a deducir las condiciones necesarias para que no haya pérdidas de potencia: que llegue suficiente aire y/o combustible, que los elementos que provocan la reacción química funcionen bien y de forma coordinada y que el cilindro no tenga juego, para que no se pierda fuerza, todo ello sin perder de vista la electrónica de los coches modernos, integrada por sensores, actuadores y otros sistemas.

Para conocer más del tema, consultamos a José Luis Rangel, ingeniero en sistemas automotrices, quien nos explicó sobre las causas y sus posibles soluciones.

Qué hacer

A partir de lo anterior, podemos comenzar a analizar las partes del motor que pueden causar pérdida de potencia. Uno de los motivos más comunes es tener algún problema en el suministro de aire. El motor no tiene suficiente oxígeno para quemar el combustible y pierde potencia.

Esta carencia puede ser por varios motivos y el primero tiene que ver con los inyectores de combustible sucios, uno de los causales más habituales de aumento de consumo de combustible del coche y de pérdida de potencia.

“Este problema se puede solucionar aplicando un limpiador de inyectores específico para el tipo de motor que se tenga, pero si los inyectores están obstruidos más allá de lo que pueden solucionar estos productos, tendrán que ser reemplazados”, comentó el especialista.

Todo el aire que llega al motor pasa por un filtro que evita la entrada de impurezas, y esa es la razón por la que, cuando está tan saturado, no permita que llegue la cantidad de aire que se requiere para que el proceso de combustión se cumpla, con la consecuente pérdida de potencia. “Podemos comprobarlo abriendo la tapa donde está alojado el filtro para ver sus condiciones. Cambiar el filtro de aire suele ser muy accesible y podemos hacerlo nosotros mismos, sólo debemos estar seguros de que el repuesto sea el adecuado correcto para el coche.

“Algunas personas reciclan el filtro sacándolo y golpeándolo contra una superficie sólida para extraer parte de la suciedad, puede funcionar momentáneamente, pero lo mejor es instalar uno nuevo”.

Otro componente que tiene que ver directamente con el buen funcionamiento del motor es el caudalímetro, una pieza encargada de medir el flujo de aire que llega al motor y trabaja conjuntamente con la computadora del coche.

“En caso de que mida mal la cantidad de aire, el problema suele ser detectado por la unidad de control del motor, que comienza a funcionar en modo de emergencia, algo que limita la potencia que puede desempeñar el motor. Este componente requiere de una limpieza para quitarle las impurezas que provocan su mal funcionamiento”.

Si el coche tiene un motor turbocargado, quizá este componente no suministre el suficiente aire a presión al cilindro y el motor se muestre más perezoso, si está roto la pérdida de potencia será muy drástica. Lo normal es que la unidad de control del motor detecte el mal funcionamiento y, al igual que con la falla del caudalímetro, entre en modo de emergencia.

“Aquí puede ser una cuestión más electrónica que mecánica.El turbo puede funcionar correctamente, pero el sensor que mide sus revoluciones e indica a qué velocidad debe girar, es el que generalmente da problemas.

Otra de las razones por las que el motor pierde potencia está relacionada con el suministro de combustible, desde el tanque hasta los inyectores. “Si los filtros de gasolina se obstruyen debido a impurezas, el combustible no llegará al motor y el coche se parará. Depende del fabricante, pero hay filtros que hay que cambiar cada 30 mil kilómetros aproximadamente”.

Un vez que conocemos las causas más comunes por las que un motor pierde su energía, será más fácil identificarlas y explicarle al mecánico o especialista que se encargará de la reparación para que la solución sea más rápida y puntual.

Otras causas

Existen otros elementos que pueden provocar pérdida de empuje, como piezas del tren motriz: rodamientos, frenos mal posicionados, o un el cable del freno de mano muy tenso.

Otra posible causa está ligada a la holgura de una banda de distribución muy desgastada. Esta falla no sólo provocará perdida de potencia, sino que, además, podría romperse y causar un daño más severo.

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