Suárez encabeza los momios para ocupar la Sectur

Aunque la famosa frase del Mago Septién la aplicaba a lo deportivo: “Esto no se acaba hasta que se acaba” —si no, que lo diga ayer el Barça—, también aplica para las elecciones presidenciales; si no hay terremotos y Claudia Sheinbaum se convierte en la primera mandataria de México, Juan Enrique Suárez del Real Tostado está formado para ser titular de Turismo.

La cercanía del gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro, con Sheinbaum, más el trabajo conciliador que ha hecho el actual titular de Turismo de esa entidad como presidente de la Unión de Secretarios de Turismo de México A. C. (Asetur), parecen argumentos para verlo en octubre en las oficinas de Masaryk 172.

Además, todo indica que el próximo presidente de la Asetur será Bernardo Cueto, quien es titular de Turismo de Quintana Roo.

Mientras, Miguel Torruco sigue moviendo sus hilos para conseguir la “medalla” que más desea autoimponerse en su esponjado pecho, es decir, la del titular de Turismo que más tiempo ha estado en ese cargo y, para ello, necesita llegar a finales de 2025.

Nada le hubiera gustado más que, cuando anunció su despedida en sucesivos eventos del Tianguis de Acapulco, su público le suplicara que no se fuera y lo reconocieran como “salvador de la patria”.

La realidad fue que nadie acusó recibo y quizá lo que Torruco no ha considerado es que, con las cifras actuales, su paso por la Sectur puede tener registros salvables, aunque irreales, porque no se comparan manzanas con manzanas, sino manzanas con papayas o guanábanas.

Efectivamente, no cuenta haber sido el segundo o tercer país con más llegadas internacionales de turistas, cuando el resto del planeta estaba cerrado por la pandemia; tampoco se ha visto el impacto de la falta de promoción de la marca México debido, precisamente, al entorno diferente después de la pandemia.

Todo eso se puede demostrar estadísticamente y Torruco debería considerar que, si el escenario turístico se sigue volviendo cada vez más retador para México debido a la fortaleza del peso contra el dólar y el euro, a la inseguridad y, ahora sí, a la falta de promoción institucional en un mundo altamente competido, al quedarse en el cargo todos estos problemas podrían estallarle en las manos.

DIVISADERO

CABO SAN LUCAS. Las escenas de la Marina de Cabo San Lucas son desoladoras, sin turistas ni comerciantes luego de que el Ejército tomó el control de los muelles concesionados a IGY Marinas, que están en el corazón de ese destino.

Ayer, la noticia fue la renuncia de Ana Laura López Bautista a su cargo como coordinadora general de Puertos y Marina Mercante.

Se trata de la posición más alta a la que ha llegado una mujer como marino mercante y sus allegados cuentan que la salida de López Bautista fue por las diferencias con un nuevo modelo que está por anunciar la Secretaría de Marina para controlar marinas y puertos.

Hoy, el turismo náutico de Los Cabos comienza a sufrir por la manera en que las autoridades sacaron a IGY, sobre todo porque esta empresa tiene contratos en marcha con infinidad de propietarios de yates y, además, debido a que, hasta ahora, les proveía de una serie de servicios que se quedaron en el limbo.

Más allá de las diferencias entre la Semar e IGY, es importante respetar la ley y cuidar el turismo, en este caso, el de uno de los segmentos de mayores ingresos que llegan al país.