David Páramo

Análisis superior

David Páramo

12 Feb, 2021

Ideas inflexibles

Decir que la pandemia de covid cambió el mundo resulta una obviedad ante la magnitud de los hechos; sin embargo, resulta mucho más absurdo no cambiar la manera en la que se ve la realidad. Empresas que eran viables antes del estallido de la pandemia han dejado de serlo. ¿Quién hubiera imaginado la tragedia que se vive en restaurantes, cines, gimnasios, bares...? Otras, aferradas a su viabilidad, están teniendo que librar luchas espectaculares para mantenerse a flote.

La realidad ha cambiado tanto que, por ejemplo, ha llevado a absurdos. ¿Se acuerda cuando algunos criticaban el optimismo del secretario de Hacienda por decir que la economía caería 8.5% durante el año pasado? ¿Cuándo el Padre del Análisis Superior le decía que era un gran éxito de la iniciativa privada que el empleo formal sólo cayera poco más de 3.0 por ciento?

Esta nueva realidad plantea que quienes la analizan la observen bajo criterios nuevos. No es correcta la visión de calificadoras como Fitch, Moodys o PwC, que quieren valuar la realidad como si no hubiera pasado nada.

Reestructuraciones como la de Aeroméxico o la de Televisión Azteca, lejos de ser sancionadas con una baja en la calificación, deben ser vistas como acciones valientes, determinadas y en el sentido correcto para enfrentar la durísima prueba que ha planteado el covid para las compañías. No se trata de empresas que estén muriendo, sino que están acomodándose a la realidad para prevalecer en el mediano plazo. Azteca pagó su deuda en pesos y está renegociando la deuda en dólares. No es un signo de debilidad, sino de fuerza.

REMATE ADVERTENCIA

Una persona particularmente bien informada le hizo ver al Padre del Análisis Superior que en estos tiempos de sospecha y desconfianza se ha generalizado una mala práctica dentro del sector financiero. No todo se trata de políticos tratando de arruinar reputaciones de adversarios o de mensajes desde el poder a los miembros de la iniciativa privada.

Malos empelados que, con quién sabe qué intenciones (¿corrupción?, ¿estupidez?), filtran datos privados de los clientes de las instituciones en las que trabajan. Hay casos, ya debidamente documentados por las autoridades, en los que algunas personas dieron a periodistas datos confidenciales de cuentas o requerimientos de información sobre clientes por parte de autoridades fiscales.

Estos actos, profundamente indebidos, no se detienen en la responsabilidad de un mal trabajador, sino que también tiene que ver con el relajamiento de las políticas de manejo y de información, que está protegida por el secreto bancario y/o fiscal.

No sólo las autoridades tienen acceso a esta información, sino también intermediarios, que le dan mal uso ante las fallas de control de las organizaciones en las que trabajan. Mucho más allá de este ilícito, da terror pensar en lo expuesta que está la información privada dentro del sistema financiero.

Más allá de que debe haber acciones ejemplares en contra de estos tipos, es momento de que los intermediarios financieros mejoren sus controles de protección de datos.

REMATE FIESTA

Cuando el procurador fiscal de la Federación dijo “se acabó la fiesta”, refiriéndose a la evasión fiscal, hizo mucho más que una declaración ocurrente, en aquel entonces se hablaba de las factureras, pero lo ha extendido a toda su gestión.

Ayer, Carlos Romero Arana tuiteó: “Si cometes falta, se acabó la fiesta”, e informaba que Miguel Herrera había llegado a un acuerdo para regularizar su situación fiscal. Adicionalmente, incluyó el texto que publicó el entrenador, en el cual reconoce la falta y hace una invitación a los contribuyentes para cumplir con sus obligaciones fiscales a favor de México.

Las acciones que ha implementado el titular de la PFF son correctas, por lo menos en los siguientes sentidos: aumenta la recaudación a favor de los contribuyentes y fortalece al erario, agiliza los procesos en la búsqueda de soluciones públicas y en el marco de la ley.

Hace unos días, el Padre del Análisis Superior conversó en Imagen con Raquel Buenrostro. La jefa del SAT destacó que la gran recaudación que se había registrado durante el año pasado tenía que ver con un cambio de paradigma, en el cual la gente sí estaba contribuyendo por una mejor visión del país, pero también porque los esquemas para lograr acuerdos reparatorios ha funcionado con excelencia, puesto que permiten corregir la situación fiscal por una única ocasión mediante esquemas dentro de la ley.

Cuando se escriba la historia de este sexenio y cómo se sobrellevó la pandemia, muchos funcionarios de Hacienda van a ocupar lugares destacados. Buenrostro y Romero estarán en la primera fila.

 

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