David Páramo

Análisis superior

David Páramo

8 Abr, 2024

Paradojas electorales

Los tiempos electorales convierten a lo razonable en absurdo y lo absurdo en ridículo. Mientras que la iniciativa privada recomienda una reforma fiscal, los representantes económicos de las dos candidatas a la Presidencia de la República dicen que no es necesario, por lo menos al principio de su administración.

Los hechos apuntan a que sí se requiere un gran ajuste fiscal. Los precriterios de política económica y la posición de la Secretaría de Hacienda, encabezada por Rogelio Ramírez de la O, dejan claro que se tiene que hacer un gran ajuste fiscal en 2025 para retomar la trayectoria de largo plazo.

Prácticamente todos los analistas económicos están de acuerdo con que el año próximo se tiene que hacer un ajuste grande en las finanzas públicas si se quiere mantener su viabilidad representada, entre otras cosas, por la estabilidad en las calificaciones de la deuda soberana, que no sólo se han mantenido estables, sino que han mejorado en su perspectiva.

Así las cosas, bien vale la pena preguntarse por qué los equipos de Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum tienen una suerte de compulsión por decir que no es necesaria una reforma fiscal al principio de sus gestiones.

Podría alguien darle muchas vueltas a este tema, pero el Padre del Análisis Superior les tiene una explicación lamentable: si bien los analistas económicos de ambas candidatas tienen clara la realidad y que se deberán hacer muchos ajustes en materia fiscal para mantener la disciplina, las candidatas han optado por evadir el tema tratando de evitar lo que algunos llaman, pomposamente, costo político.

Remate Confeti

El Padre del Análisis Superior le informó el viernes sobre la salida de Juan Carlos Jiménez de la dirección de la Asociación de Bancos de México tras 29 años de una muy exitosa gestión, y le decía que el gremio presidido por Julio Carranza haría un periodo de evaluación que tomaría entre tres y seis meses para elegir al mejor perfil.

Sin embargo, ya hay por lo menos un par de nombres que están en proceso de evaluación y de los que muy posiblemente podría salir el director general de este gremio.

El primero de ellos es uno que bien puede considerarse como una opción interna, puesto que, si bien dejó hace muy poco su trabajo en Santander, su trabajo dentro de la ABM dejó una huella muy poderosa durante muchísimos años.

Se trata de Rodrigo Brand, quien incluso llegara a ser vicepresidente de la asociación, en la que tuvo un muy destacado papel, puesto que se le ve como alguien totalmente interno. Aquí valdría la pena considerar que él dejó el sector bancario para iniciar un negocio propio que tiene que ver con la comunicación y relaciones públicas.

Otro nombre que también ya está en la lista de evaluación es el de Bernardo González Rosas. Si bien algunos podrían opinar que se trata de una opción foránea a la ABM, la realidad es que es alguien que ha tenido una vinculación profesional cercana a las instituciones de crédito.

Debe recordarse que él tuvo una muy larga trayectoria dentro de la CNBV, que llegó a presidir, y en la SHCP fue responsable de la banca de desarrollo. Este hombre ha estado muy vinculado con la creación e implementación de las leyes Fintech. Se trata, sin lugar a dudas, de un par de muy buenos perfiles para ocupar los zapatos muy grandes que dejó Jiménez. Ambos, y algunos otros que están siendo evaluados, garantizan ampliamente que la ABM tendrá un gran director.

Remate vergonzoso

¿Hace cuánto tiempo que no escucha sobre alguna noticia positiva por parte de Pemex? La empresa estatal básicamente se ha dedicado a expeler rollos ideológicos que buscan tapar su lamentable realidad.

Hace unos días el gobierno dijo que han logrado “salvar” a la empresa, que crece sin deuda. Sigue siendo la más endeudada del mundo, que ha recibido más de 1.5 billones de pesos en apoyos gubernamentales en forma de quitas de impuestos, cambios en régimen fiscal, capitalización de deuda y hacer explícito que los pasivos de la empresa estatal son del gobierno federal.

La situación de impago a los proveedores es verdaderamente escandalosa. Ese perverso jineteo de recursos que aplica Octavio Romero ha llegado a extremos muy graves, puesto que no sólo daña el flujo de las empresas (algunas incluso han quebrado), sino sofisticados esquemas de corrupción.

La normalización de los “incidentes” en ductos, pozos y plataformas de Pemex es muy grave, puesto que han seguido una política de comunicación con la que busca ocultarse la realidad dentro de una palabrería absurda.

 

 

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