Racista, clasista y gandalla

La obsesión de algunos legisladores de Morena de hincar el diente en los 8 billones de pesos que han ahorrado los trabajadores en sus fondos para el retiro no ha cesado durante toda esta administración. Muchos y variados han sido los intentos por dar al Estado estos recursos que son de quienes trabajan o lo han hecho dentro de la economía formal.

La nueva intentona, que podría ser presentada la próxima semana, establece que los trabajadores que coticen en el IMSS y en el ISSSTE perderán el control sobre su dinero, puesto que pasará a formar parte de algo que han denominado Fondo del Bienestar.

De la iniciativa del coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, se colige que en este partido no consideran a los mayores de 70 años como capaces de manejar sus pensiones. No aportan argumentos objetivos para determinar esas edades, puesto que, según ellos, sólo tratan de evitar la pobreza en la vejez.

La iniciativa está formulada de tal manera que el derechohabiente tendría que enfrentarse al Estado si quiere seguir teniendo el mismo acceso a sus recursos que el resto de los trabajadores. Se trata de una medida totalitaria.

Desde el punto de vista de las finanzas públicas, es necesario hacer hincapié en que se está buscando, por medio de una ley secundaria, que el gobierno tome el dinero de las personas para poderlo usar de una manera prácticamente discrecional.

Si bien, supuestamente, se establecen algunos candados para que el gobierno no pueda usar estos recursos, la realidad es que esta iniciativa resulta ambigua y preocupante, puesto que se trata de la modificación a leyes secundarias que sólo necesitan la dócil mayoría de Morena en la Cámara de Diputados.

REMATE ADVERTIDO

Prácticamente desde que David Colmenares fue nombrado auditor superior de la Federación, el Padre del Análisis Superior le advirtió sobre lo mal que resultaría esa decisión en materia de transparencia. Hoy es evidente que el PAS tenía razón.

Este hombre cree que su trabajo es tapar al gobierno federal, tenga o no tenga motivos para hacerlo; que la descripción de su puesto es algo así como servil empleado del gobierno federal y que no importa mucho que sea así, puesto que, a cambio, goza de una suerte de jubilación anticipada.

La primera señal de lo que sería su desastrosa gestión fue descalificar a quien había hecho la auditoría sobre la cancelación del NAIM. Como lo dijo el PAS desde aquel momento, Colmenares falló en dos sentidos.

Si el trabajo de Agustín Caso hubiera estado mal, ¿por qué lo presentó? Si el trabajo estaba bien, como se demostró fehacientemente, ¿por qué Colmenares tapó la transparencia? Desde aquel momento, el titular de la ASF se la juró al auditor especial y hasta el martes lo despidió bajo argumentos difíciles de sostener en la realidad.

Puede revisar en la página de Excélsior para tener todos los detalles que le presentó en estas páginas el PAS cuando se dio aquel sainete que marcó el carácter de esta gestión de la ASF.

Mucho más allá de las reuniones públicas y vergonzantes del auditor, está su decisión de hacer auditorías seleccionadas. En el menos malo de los casos, esta práctica significa que, a quienes no se portan bien con el gobierno, hay que revisarlos, y a los demás dejarlos pasar con tranquilidad.

La práctica del tapete seguida por la ASF ha llegado al extremo de lo inverosímil, como determinar que durante dos años el gobierno de la CDMX no tuvo ninguna observación por parte de este órgano. Se necesita ser verdaderamente ingenuo para creer que en un manejo presupuestal tan grande no hay nada que observar: parece mucho más que servilmente cerraron los ojos con una actitud que no ayuda a la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, y su estrategia de combate a la corrupción.

REMATE INFLADO

Muchos festejaban como si se tratara de un éxito épico del gobierno, hasta hubo quienes presumieron que el tipo de cambio había tocado 16.31 pesos por dólar, pero muy poco les duró el gusto. Luego de que la inflación en Estados Unidos repuntó a una tasa anual de 3.5%, quedó la clara impresión en los mercados de que la Fed no bajará la tasa de referencia, lo que explica en una buena medida que el tipo de cambio haya cerrado ayer la sesión en niveles de 16.45 pesos por dólar.

Como le ha explicado el PAS, mucho más relevante que el nivel del tipo de cambio, destaca que el esquema empleado por el Banco de México desde hace 30 años es mucho más eficiente.