David Páramo

Análisis superior

David Páramo

13 Nov, 2018

Rebelión en la granja

 

El amago de iniciativa para prohibir las comisiones bancarias no es un asunto dirigido directamente en contra de las instituciones financieras, sino parte de lo que cada vez se perfila más como una disputa por el poder al interior del nuevo gobierno.

Parecería que en este caso se está cumpliendo el principio de parsimonia de Guillermo de Ockham que dice: “en condiciones iguales, la explicación más sencilla suele ser la más probable”.

Con el paso de los días, cada vez se hace menos probable que se trate de una jugada perversa, según la cual, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, habría urdido una muy compleja trama en la que Ricardo Monreal finge ser un rebelde…

Como la especulación no es lo mío, no me detendré en todas las derivadas sobre esta posibilidad que llega a
ridículos como un intento del Presidente electo por demostrar que puede tranquilizar a los mercados o una amenaza en contra de los bancos que son críticos a su gestión.

La explicación más sencilla es que los grupos radicales, como el que representa Monreal, creen que tienen una mayor pureza de sangre, y que por lo tanto, deben integrar el círculo más cercano al futuro presidente, López Obrador, y que los moderados deben ocupar un papel menos que secundario dentro de la Cuarta Transformación.

Lo que hasta el momento se ha tratado de hacer parecer como una iniciativa (no cumple ningún principio legislativo ni de seriedad técnica, pero eso no es sorpresa) parece mucho más un ataque dirigido al próximo Presidente de la República para que les dé espacios y cotos de poder. La posibilidad de un chantaje no sería nada remota.

Habrá quienes traten de hacer el racional de que el Poder Legislativo no está para cumplir los caprichos del Presidente o para levantar el dedo. El contraargumento es que López Obrador y la mayoría de los legisladores son del mismo partido. Morena es el partido oficial, el partido en el gobierno, y por lo tanto, se esperaría que tengan un programa de gobierno.

CORRECTO VS. INCORRECTO

Una posibilidad que ha venido tomando mucha fuerza entre los participantes del sector financiero es que los verdaderos destinatarios principales del ataque son Alfonso Romo, Abel Hibert y Carlos Urzúa, quienes hasta el momento han dado señales mucho más que claras de su intención de aplicar medidas económicas correctas.

Uno de los grandes mitos es que hay políticas económicas de izquierda y de derecha, eso es una total falsedad. Sólo existen las políticas económicas correctas o incorrectas. Lo que ha dejado ver el nuevo equipo económico, a reserva de constarlo en la presentación del paquete económico, es que están comprometidos con mantener el orden en las finanzas públicas.

Para quienes tienen un grado muy bajo de comprensión de temas económicos, que los lleva a decir que el cobro de comisiones es usura (práctica que consiste en cobrar intereses demasiado altos por un crédito) o que tienen un corazón profundamente populista, como una parte importante de los radicales de Morena en el Congreso de la Unión, deben resultar muy incómodos funcionarios que respeten el orden económico: No se puede gastar lo que no se tiene y es necesario tener finanzas públicas sanas.

REACCIÓN BANCARIA

Si bien parecería que el obús iba directamente dirigido en contra de los bancos, que serían un premio en la hipótesis de un ataque de los radicales populistas en contra de los moderados, la mejor estrategia para la Asociación de Bancos de México es mantenerse a la expectativa y no entrar en la discusión.

Así como señalé que hubiera sido un error de Banco de México meterse en la ridícula discusión sobre la autonomía del banco central o la utilización de las reservas constituidas en Banco de México, también sería entrar en una discusión en la que las razones no tienen relevancia, a los legisladores de Morena no les importan los hechos. Buscan un efecto político y crear un debate iría en contra de su mejor interés.

Es claro que los bancos deben encontrar, fuera del escándalo que en nada les beneficia, una mejor interlocución con los actores políticos y entender que la relación no sólo debe ser con los nuevos funcionarios hacendarios, sino también con los legisladores de Morena. El gobierno de López Obrador no es tan monolítico como parece.

Sin embargo, también deberían ir pensando en las nuevas formas de interlocución. Como se sabe, están por renovarse la presidencia de la Asociación de Bancos de México y ha llegado el momento de enfocar el perfil. En este punto, la mejor opción sería Luis Niño de Rivera.

También viene el cambio en el Consejo Coordinador Empresarial, donde, según parece, las alternativas están entre un presidente dócil o uno con grandes y probadas habilidades políticas.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube