Crecimiento económico de EU podría verse afectado por escasez de chips en Detroit

La caída de la producción del sector automotriz de Estados Unidos este año es más que un gran inconveniente para Detroit: es un gran lastre para toda la economía.

El crecimiento del producto interno bruto se desaceleró al ritmo más débil en más de un año durante el tercer trimestre a solo 2 por ciento anualizado. Eso fue menos de un tercio de la tasa de crecimiento del trimestre anterior.

Si bien la variante Delta de covid-19 jugó un papel importante a medida que se extendió por el país durante julio, agosto y septiembre y frenó el crecimiento del gasto de los consumidores, la mayor debilidad en la lectura débil del PIB del jueves fue la industria automotriz, por un milla del país.

En total, el sector automotriz restó 2.4 puntos porcentuales al crecimiento económico en ese período. Ese fue el mayor lastre que Detroit ha tenido sobre la producción estadounidense en cuatro décadas, y rara vez se ha visto fuera de una recesión. La contracción causada por covid-19 duró oficialmente solo dos meses en la primavera de 2020, y la economía ha estado en modo de recuperación desde entonces.

El principal culpable de las dificultades de la industria automotriz es la escasez mundial de chips, que son necesarios para ejecutar todos los sistemas complejos de un vehículo moderno. Pero con la economía mundial recuperándose de los cierres del año pasado, no es solo el negocio del automóvil el que persigue esos chips, y se han convertido en una escasez mundial.

Como resultado, la producción de vehículos automotores de EU ha caído en seis de los últimos nueve meses y está funcionando a un nivel más típicamente asociado con una recesión. La tasa de ejecución de septiembre de 7.51 millones de ensamblajes de vehículos fue la más baja, excluyendo la caída de corta duración a casi cero durante los cierres de covid, desde 2010 cuando la industria se recuperaba tambaleante de la crisis financiera.

También se está desarrollando en el panorama de la inflación de EU la escasez de chips es solo un componente de un complejo rompecabezas de las fuerzas que impulsan la inflación a su nivel más alto en décadas, pero en el espacio del automóvil ha cambiado la dinámica de precios como nunca antes.

Con los coches nuevos tan difíciles de conseguir, los consumidores que necesitan un vehículo suben los precios de los coches usados. En un momento de esta primavera, los precios de los autos usados ​​se dispararon en más del 10 por ciento por mes durante tres meses consecutivos.

Eso ha llevado la diferencia en las tasas de inflación entre los autos nuevos y usados ​​y las camionetas livianas a la más amplia registrada a favor de los vehículos usados.