El trabajo informal no se reducirá como se tiene previsto este sexenio

CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno federal espera que entre 2019 y 2024, un indicador clave para el crecimiento, la reducción de la pobreza y la calidad del empleo, que es la informalidad laboral, pase de 56.6 a 54.7% de la población ocupada, de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo.

Esta reducción, de 1.9 puntos porcentuales, será inferior a la registrado en el sexenio anterior, cuya caída en el indicador fue de tres puntos porcentuales (de 59.6 a 56.6%) entre 2013 y 2018.

En el Plan, el gobierno reconoce que la informalidad es uno de los problemas estructurales de la economía, pues es una barrera para la productividad, limita los derechos laborales, incide en que se registren bajos salarios, impide el acceso al crédito, y afecta las finanzas públicas al erosionar la base de contribuyentes.

PESIMISMO

Eduardo Loría, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la UNAM, explicó a Excélsior que las metas planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo son prácticamente irreales, porque para reducir la informalidad se requiere de mayor crecimiento económico y disminución de la tasa de desempleo, situación que no se observa en el panorama reciente.

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PREOCUPA FALTA DE RUTA

Más allá de la meta de reducir en dos puntos porcentuales la tasa de informalidad en el presente sexenio, lo que más preocupa es la falta de ruta y la ausencia del tema como prioridad gubernamental, aseguró Valeria Moy, directora general del Observatorio México ¿cómo vamos?

Explicó que el país, con su regulación, ha permitido que la informalidad crezca, al tener regímenes alternos al de la seguridad social como los asimilados a salarios, y no establecer que la informalidad se considere ilegal.

“También influye que mucha gente ve pocos beneficios de tener los servicios de salud y de guarderías del IMSS, se da cuenta que ser formal eleva el costo por trabajador hasta en 47%, y percibe que mucha gente ve lejana su pensión y por eso no es necesario cotizar”.

Valeria Moy considera que para resolver la informalidad se requieren cambios estructurales como desligar el mercado de trabajo de la seguridad social, y financiar Esta última con impuestos generales, “no veo a la presente administración, ni a ninguna cercana, tener el interés político de implementar cambios estructurales, y no creo que quieran pagar el costo de hacerlo. Creo que es un error continuar con un esquema basado en los años 40”, expresó.

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“Según nuestro modelo econométrico, por cada punto que aumenta el PIB, la informalidad cae en 0.15%, y por cada punto que aumenta el desempleo, la informalidad aumenta en 0.07 por ciento. Nosotros vemos el crecimiento con mucho pesimismo, no hay una señal macroeconómica que nos haga pensar que el PIB crecerá a altas tasas, ni siquiera alcanzar 2%; y el desempleo sabemos que está aumentando, entonces no veo cómo puedan alcanzar su meta. Por el contrario, veo más bien que la informalidad va a subir en este sexenio”, comentó.

De acuerdo con las proyecciones del CEMPE, será hasta 2021 cuando la economía alcance un crecimiento de 2%, mientras que la tasa de desempleo supere el 4% desde este mismo año.

REFORMA LABORAL

Loría comentó que la Reforma Laboral recién aprobada no será factor ni para generar ni para formalizar más el empleo en el país.

“Es una reforma orientada a la transparencia en las relaciones contractuales, a cambios en los líderes sindicales y en la relación obrero-patronales a partir de los contratos. Pero no está orientada a generar más empleos, y tampoco veo que por esta vía se vaya a formalizar más el empleo. Es más, creo que va a enturbiar las relaciones obrero-patronales que por décadas se mantuvieron estables”, concluyó.

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*erv