La economía marcha sobre (dos) ruedas, ¿por qué?

Ésta es una carrera ciclista de 120 kilómetros inspirada en el Tour de Francia, el evento de este deporte más importante en el mundo. Durante los últimos años, estos eventos, y el ciclismo en general, han aumentado su popularidad. Y si bien tiene claros impactos sobre temas como la salud, el medio ambiente y la movilidad urbana, la influencia del ciclismo sobre la economía es algo que vale la pena analizar.

Todos sabemos los grandes beneficios que conlleva el uso de la bicicleta: ayuda a reducir y/o prevenir problemas de salud, mejoras en la salud mental, reducción del tráfico vehicular, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, inclusive menor contaminación auditiva, entre otros tantos. No obstante, el ciclismo trae también grandes beneficios para la economía, tanto a nivel personal, como a nivel macro. Aquí destacaremos cuatro de ellos: los ahorros personales, los ahorros macroeconómicos, incrementos en el empleo y su derrama económica.

De acuerdo con investigaciones del Instituto para las Políticas de Transporte y Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), el ciclismo es el medio de transporte más asequible por kilómetro viajado. Considerando la compra del vehículo, su mantenimiento, el combustible y el seguro, un automóvil cuesta alrededor de 360 pesos por 100 kilómetros; en contraste, considerando los mismos factores para una bicicleta, el costo es de 60 pesos por cada 100 kilómetros recorridos, es decir, tan sólo una sexta parte de lo de un automóvil.

A estos ahorros personales, podemos sumar los obtenidos en “horas/hombre” que genera el ciclismo como medio de transporte, incrementando la productividad de los trabajadores. En México, desplazarse por las ciclovías ahorra a los usuarios, en promedio, más de 11 minutos y más de cinco pesos por viaje en comparación con otros medios de transporte (ya sea transporte público o vehículo privado). 

A nivel macro, los beneficios económicos son aún mayores, por ejemplo, incrementos en el ciclismo como medio de transporte puede generar considerables ahorros en cuestión de infraestructura. 

La vehicular como estacionamientos, señalización, grandes avenidas, etc., representa costos de construcción y mantenimiento de alrededor de mil 500 millones de dólares por mil kilómetros/ pasajero, lo cual es estratosféricamente mayor comparado con la infraestructura para bicicletas, que representa cerca de 10.4 millones de dólares por 1,000 kilómetros/ pasajero. 

La generación de empleos en industrias relacionadas con el ciclismo es otro de los importantes beneficios económicos. Dichos empleos pueden ser agrupados en: fabricación de bicicletas y partes de bicicletas; ventas minoristas; reparación y mantenimiento; e infraestructura. En comparación con la industria automotriz, la industria ciclista es mucho más intensiva en mano de obra, lo cual genera mayores oportunidades de empleo. En suma, por cada millón de euros de venta, la industria ciclista genera 25.6 empleos, en contraste con los 16.9 generados por la industria automotriz. 

Por último, el retorno económico generado por importantes eventos deportivos de ciclismo no es de despreciar.

En su edición de 2021, la etapa inaugural del Tour de Francia (es decir, la primera de 21 etapas) requirió una inversión de 2.3 millones de euros y generó un ingreso directo para la economía local de 4.35 millones de euros. Lo anterior significa un rendimiento del 89 por ciento. Otro ejemplo es el Campeonato Mundial de Cyclocross, que tuvo un costo organizacional de dos millones de euros, con un impacto económico de más de 12.7 millones de euros, es decir, un rendimiento del 535 por ciento.

Pese a los tantos beneficios sociales y económicos del uso de la bicicleta como medio de transporte, la adopción de ésta, si bien ha aumentado, su ritmo no ha sido tan veloz como amerita. En la CDMX y Área Metropolitana el 35.9% de los hogares cuenta con una bicicleta, sin embargo, sólo el 2.2% de los 15 millones que transitan cotidianamente por la urbe usa la bicicleta de forma regular. Lo anterior, podría deberse a que el 68% de los encuestados considera que resulta peligroso andar en bicicleta.

Los beneficios económicos de incrementar la bicicleta como medio de transporte son innumerables, aquí hemos destacado sólo cuatro de ellos, sin embargo, para conseguirlos, debe de haber políticas públicas enfocadas a ello, especialmente en la creación de más infraestructura como la Ciclovía Insurgentes, inaugurada de manera oficial el 20 de febrero de este mismo año. Con acciones como ésta, seguro que la economía a dos ruedas nos llevará lejos.

Por: Yehoshafat Sereijo 

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