La salud y sostenibilidad de las finanzas públicas están sujetas a riesgos a la baja que podrían materializarse en el cierre del año o en el presupuesto de 2023, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que dirige Carlos Hurtado López.
En un análisis mencionó que la asignación del gasto podría ser más compatible con las necesidades más apremiantes y con la posibilidad de un crecimiento sostenible de la economía.
En los primeros seis meses del año, las finanzas públicas siguieron efectivamente bajo estabilidad en lo general. No obstante, en la evolución de sus componentes se percibe fragilidad en la sostenibilidad de las fuentes de ingresos públicos y deficiencias en la asignación del gasto público”.
Por un lado, detalló que los ingresos públicos muestran fortaleza, pues en el periodo enero-junio los ingresos totales del sector público sumaron 3.3 billones pesos, cifra 4.9% mayor en términos reales a lo observado en igual lapso del año pasado, además de ser también más alta que lo programado.
Las principales fuentes de estos recursos fueron los ingresos petroleros, que crecieron 29.4% y la recaudación del impuesto sobre la renta que se incrementó 16.1 por ciento.
Los resultados reflejan el gran beneficio del elevado precio del barril de petróleo”.
El gasto
Por el lado del gasto, señaló que el programable del sector público (que excluye participaciones y servicio de la deuda) fue mayor al del primer semestre de 2021 sólo en 0.5 por ciento.
Además, la asignación de las erogaciones del sector público responde primordialmente a las prioridades gubernamentales actuales.
Como ejemplo, el gasto del ramo turismo creció 260% anual, el de bienestar 23.7% y el de trabajo 29.2 por ciento.
El ramo educación disminuyó 17.9% y el de salud, 6.4%.
Por: Lindsay H. Esquivel
*amm.