CIUDAD DE MÉXICO.- El color rojo en las etiquetas de las botellas y latas de Coca-Cola es inconfundible. Lo hemos visto desde siempre, pero nunca nos hemos preguntado cómo se eligió el color.
Coca-Cola apareció en Atlanta, Georgia, el 8 de mayo de 1886. Un farmacéutico local de nombre Dr. John Stith Pemberton, produjo el jarabe y lo llevó a la Jacobs' Pharmacy para que fuera catado. Luego, fue llevada a una fuente de sodas y se combinó con agua carbonatada.
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Frank M. Robinson, socio del Dr. Pemberton, dijo que las “dos C” se verían bien en la publicidad y sugirió el nombre de la marca y escribió “Coca-Cola” en la caligrafía que ahora conocemos.
Una versión apunta que a mediados de los años 90, pintaron los barriles de rojo para que los agentes fiscales pudieran diferenciarlos del alcohol, cuando se transportaba el producto.
La versión oficial de la empresa indica que al momento de diseñar el logo, se eligió la tipografía Spencerian en contraste rojo y blanco, por sugerencia del Robinson.
Al final, quedaron letras rojas sobre fondo blanco. Así fue como llegó este color a Coca-Cola.
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La creación de este color se atribuye a J. B. Chandler, quien fue el hombre que construyó la caja de Coca-Cola más grande del mundo en 1950.
Se dice que Chandler mezclo tres tonos distintos de carmesí, los cuales dieron como resultado la tonalidad que hoy identificamos con el refresco. No existe un Pantone oficial y la mezcla de colores se mantiene en secreto.
El que se use una misma identidad visual con el rojo en el diseño de cada variante de esta bebida, hace recordar a los consumidores que, independientemente de que se trate de una Coca-Cola Original, Sin Azúcar, o Light son parte de un solo concepto”, dijo James Sommerville, vicepresidente de diseño global de Coca-Cola.
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Jbf