2.2 millones de cuentas inactivas; gobierno pone foco en afores

ACAPULCO.— El gobierno del presidente López Obrador tiene los datos exactos: son 2.2 millones de cuentas inactivas. Son las cuentas de trabajadores mayores de 70 años de edad, pero que ni han tocado su pensión ni están activos en ninguna actividad laboral. De ahí saldrían los cerca de 40 mil millones de pesos, con los cuales se sentaría el capital semilla para crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar.

El Fondo se conformaría con un capital semilla inicial de 60 mil millones de pesos, pero los 40 mil millones de pesos iniciales vendrían de esas cuentas inactivas. Y los otros 20 mil millones de pesos por “ganancias” de Mexicana, AIFA, pero también de aduanas y APIS (puertos).

AFORES, EN LA PALESTRA, AUNQUE AMAFORE ESTÁ DE ACUERDO

El Presidente quiere poner foco a las afores. De seguro veremos otras mañaneras dedicadas a las Administradores de Fondos para el Retiro, sobre todo para criticarlas. Y, a pesar de que la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), presidida por Guillermo Zamarripa, ha estado de acuerdo en que el gobierno tome las cuentas inactivas de las personas con más de 70 años, el presidente López Obrador siente que el gobierno, ahora, debe poner el foco en las afores. Éstas, en efecto, son el inversionista institucional más grande del mercado mexicano. Maneja más de 6 billones de pesos. Pero la parte clave es que no es dinero de las afores, sino de los trabajadores.

AMLO LO DARÍA A CONOCER EL 1 DE MAYO

Delo como hecho: el Presidente quiere tener la reforma lista para el 1 de mayo, el Día del Trabajo, y ahí anunciar, con bombo y platillos, que los trabajadores recién pensionados, al cumplir los 65 años, tendrán una pensión hasta del 100% del promedio salarial de los cotizantes en el IMSS. Es decir, tendrán una pensión de 16,777 pesos mensuales.

Este anuncio, en efecto, ni Obama lo tiene. El costo es de dónde viene el financiamiento: de otras cuentas de pensión. Y el problema es empezar a tocar las cuentas de pensión en las afores, que son de los trabajadores. No para financiar ningún propósito gubernamental.

EQUIPO DE INICIATIVA: ALCALDE, MARTÍNEZ, ZOÉ

El equipo conformado en Palacio Nacional para esta reforma ha sido encabezado, antes que nadie, por el propio López Obrador, quien, nos dicen, ha visto durante meses esta reforma. En el equipo también van Luisa María Alcalde, quien, cuando fue secretaria del Trabajo, revisa los temas de las afores. Pero también con Carlos Martínez, director del Infonavit, quien no sólo estaría en esta iniciativa, sino también en la suya, la del Infonavit, para transformarlo, otra vez, en constructor. Zoé Robledo, director del IMSS, también va en el equipo de esta iniciativa.

Para Alcalde sí fue un error el del dictamen en la Cámara de Diputados. Menciona que, en efecto, se va a corregir el dictamen, publicar en la gaceta y ahí sólo vendrán los trabajadores inactivos. Ya sabe usted cómo son los duendes nocturnos que modificaron el dictamen y originaron un ruido totalmente innecesario. ¿O será que con el dinero de los trabajadores inactivos no alcanza para formar el Fondo y alguien le quiso dar un empujoncito con los activos?

COMITÉ DE DIRECCIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE BANCOS: OPTIMISTA

Se presentó el Comité de Dirección de la Asociación de Bancos de México. Ahí, el presidente del gremio, Julio Carranza, pidió estudiar bien la reforma de las afores. Pero hasta ahí. El gremio bancario está optimista. Claro que hay retos. Eduardo Osuna, director de BBVA, ve que la inclusión financiera debe venir con fuerza, sobre todo del sector informal.

Para Jorge Arce, director de HSBC, el banquero debe ser optimista y el gremio lo es con la economía mexicana.

Raúl Martínez Ostos, director de Barclays, ve que el optimismo se refleja en el tipo de cambio, que, a mes y medio de las elecciones, cotiza bien.

En cuanto al optimismo, Daniel Becker, director de Mifel, ve que tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez buscan crecer y distribuir el ingreso. El tema es, ¿cómo hacerlo?

Y, claro, para Alberto Gómez Alcalá, director de Asuntos Económicos de Banamex, el reto es reducir el déficit fiscal.

Pero, en general, los banqueros están optimistas, ¿será porque les ha ido bien?