AMLO-Pemex, ¿le hizo caso a Fitch?; Calderón-AMLO; Fox-ESPN

Qué bueno que la advertencia de la agencia calificadora Fitch Ratings no cayó en el vacío. En el gobierno de López Obrador, con todo y “textualmente”, descalificaron a Fitch Ratings por rebajar dos peldaños el grado de inversión de Pemex. Después de dos semanas, el gobierno le está haciendo caso a las advertencias de Fitch Ratings (y de Moody’s y Standard & Poor’s), solicitando que Pemex tenga más libertad fiscal como empresa. El Presidente ya anunció que viene el Plan de Negocios de Pemex o, por lo menos, otra ayuda fiscal.

La Secretaría de Hacienda, a cargo de Carlos Urzúa, a sabiendas que venía la baja de calificación, había lanzado dos medidas, una para liberar recursos a Pemex, de 11 mil mdp por año, al permitirle una mayor deducción de hasta 60% en la producción. La otra medida fiscal de ayuda fue en pozos maduros.

Así las cosas, ya no sólo es Hacienda, sino también todo el gobierno lopezobradorista, que empezaría a ver a Pemex como empresa, que necesita una menor carga fiscal (no mantener al gobierno) y cuya búsqueda de valor es necesaria.

Incluso, el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, comentó que debe venir otro empujón fiscal a Pemex. Se menciona hasta una capitalización a Petróleos Mexicanos.

Los bonos de Pemex reaccionaron bien. El precio de los bonos a 2027 se elevó 1.71% y el rendimiento que tuvieron que ofrecer ya fue menor. Así lo dio a conocer el Presidente: “Pemex paga muchos impuestos, hay que rebajárselos”. Ahí viene lo que el mercado espera y lo que las agencias calificadoras pedían. Al final, le hicieron caso a Fitch. Y qué bueno.

CALDERÓN-AMLO-IBERDROLA

El presidente López Obrador lanzó una crítica la semana pasada en contra del expresidente Felipe Calderón. Y ahora, en la conferencia mañanera, AMLO, con su estilo, le ofreció una disculpa: “En el caso de Calderón, tiene relación con una empresa que no voy a mencionar su nombre, termina su mandato y se va de consejero con esa empresa. ¿Está bien eso? No. Entonces, para que no vuelva a pasar y que no se moleste, que no se disguste, le ofrezco disculpas… pero se le pasó la mano”.

Calderón aceptó las disculpas de AMLO, pero también remató: “Potenciales conflictos de interés se evitan con el plazo de la ley. No resolvería el no laborar para empresas extranjeras, puesto que sobre las nacionales el gobierno tiene incluso mayor poder. Y si lo correcto fuese no trabajar para ninguna, ¿de qué viviría un presidente honesto?”. Calderón es un convencido de la energía limpia. La ha promovido, y en efecto, a los cuatro años de terminar su gestión trabajó para Avangrid, la filial estadunidense de Iberdrola, que se dedica a energías limpias. Calderón laboró de 2014 a 2016 como consejero de Avangrid.

El tema es de qué deben vivir los expresidentes cuando, en efecto, no fueron corruptos. Calderón y Zedillo han vivido de ser consejeros de empresas, entre otros ingresos como la academia. López Obrador ya dijo que él, al terminar su mandato, no trabajará para ninguna empresa extranjera.

La otra duda es si este contexto fue el que promovió la cancelación de la subasta eléctrica (la cuarta), donde las empresas privadas ayudarían a la CFE en la generación eléctrica, a sabiendas del déficit de energía que hay. Sin embargo, el Cenace decidió cancelar la subasta en la que los privados iban a completar la energía de la CFE. Y los expertos dicen que esto podría traer apagones. Todo lo anterior en el contexto del debate AMLO-Calderón.

AMLO, ¿PERDERÍA EL FUTBOL?

Cuando en Argentina gobernó Cristina Kirchner, de plano se lanzó en contra de las televisoras privadas por no dejar transmitir el futbol por TV abierta. En la final Boca-River sucedió algo similar, donde el actual presidente Macri tuvo que intervenir.

Ello viene a colación porque en México el IFT revisa el tema mundial de la megafusión entre Fox-Disney, y claro que ello trae el riesgo de la fusión de canales deportivos, como son los de Fox y ESPN, con el peso internacional de Disney y Fox para comprar contenidos, exclusivas en Mundiales de Futbol, de la Liga Nacional y los partidos de la Selección. Los cálculos privados de la concentración TV privada que tendrían los canales de Fox y ESPN serían alrededor de 66% del mercado deportivo.

En Brasil pidieron que la fusión de los canales deportivos fuera aparte, es decir, que no se aprobara dicha fusión. Obviamente, el gobierno de AMLO ya empezó a ver el tema, porque el futbol es el futbol, vaya, por lo menos es el deporte más popular. Además, en el sector privado ha despertado cierto sospechosismo que la jefa de la Unidad de Competencia Económica del IFT, Georgina Kary Santiago (quien ha sido excelente funcionaria), haya tenido una relación laboral con el excomisionado del IFT, Ernesto Estrada, quien hoy en día se convirtió en uno de los abogados privados que impulsan la fusión Disney-Fox.

El IFT tiene esta papa caliente. Está analizando las experiencias internacionales, y claro que están en juego las transmisiones del futbol, pero de todos los deportes.