AMLO pone fin a revuelta en la 4T por glifosato: decreto detenido

El presidente López Obrador puso fin a la revuelta originada por el ala dura de su gobierno, la cual, saltándose a los secretarios de Estado, había afirmado mantener el decreto de febrero del 2023 para prohibir el uso del glifosato, un herbicida y plaguicida que es clave para la producción comercial en el campo.

La conferencia de Álvarez-Buylla, Suárez y Ramírez

Había sido María Elena Álvarez-Buylla, la directora del Conahcyt, quien citó a la conferencia de prensa, junto con Víctor Suárez, el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura. Ahí también estuvo presente, argumentando que sólo iba a ver, Jesús Ramírez, el director de comunicación de la Presidencia. Los tres abogaron por prohibir el glifosato el 1 de abril del 2024, es decir, ayer. Así venía en el decreto de febrero del 2023, un decreto que ha buscado eliminar el uso del glifosato así como el uso del maíz transgénico. Desde 2023, se dijo que sólo se prohibiría el glifosato si se encontraba un sustituto. Conahcyt, por más que argumentó que había sustitutos en bioinsumos, lo cierto es que ninguno tiene la eficacia del glifosato.

Al no haber sustituto, frenaron el decreto

Por ello, vino la decisión de Víctor Villalobos, secretario de Agricultura, junto con Raquel Buenrostro, secretaria de Economía, María Luisa Albores, secretaria de Semarnat, y Alejandro Svarch, presidente de Cofepris, de seguir permitiendo el uso del glifosato. Los secretarios Villalobos, Buenrostro y Albores, vieron lo obvio: no hay sustituto del glifosato. Frenar su uso ponía en riesgo la producción de granos a nivel nacional, originando una crisis donde no la hay.

Regresar a bioinsumos tradicionales, rechazado por CNA

En cambio, el ala dura del obradorismo es regresar a bioinsumos tradicionales. Por su parte, los empresarios reunidos en el Consejo Nacional Agropecuario, presidido por Juan Cortina, argumentaban que regresar a los bioinsumos era regresar a métodos de producción de hace dos siglos, mucho más artesanales que comerciales. Los empresarios argumentan que la UE ya aprobó el uso del glifosato por diez años más, después de tener estudios donde ninguno comprueba que hace daño a la salud, como dice el ala dura del gobierno obradorista.

Estatequieto del Presidente

¿Es un golpe al ala dura del gabinete? Es un estáte quieto. Pero el Presidente en su mañanera fue cordial con ese grupo, diciendo que el glifosato iba a continuar mientras se conseguía un sustituto, y señaló que el plaguicida comercial sí hacía daño a la salud (lo cual no está comprobado), y con ello daba un guiño al ala dura del gobierno obradorista, que son los mismos que igual están por prohibir el uso del glifosato, por considerarlo un plaguicida proveniente de una multinacional (Monsanto-Bayer), que ir contra el maíz transgénico (también por considerarla una conquista multinacional que afecta a cultivos originarios). Y también van contra las multinacionales en refrescos y bebidas, a quienes culpan de la crisis de diabetes de México.

Contra glifosato, maíz transgénico y multinacionales

Este mismo grupo en el gobierno obradorista también ha buscado frenar la importación de maíz transgénico, al cual le atribuyen daños a la salud, y argumentan que este maíz transgénico va contra las 55 semillas originarias de maíz en México. Y lo mismo: no han podido argumentar, científicamente, que el maíz transgénico hace daño a la salud. Lo que sí ha pasado con el intento de prohibición de la importación de maíz transgénico es un problema comercial con EU, cuya Representación Comercial ha iniciado una controversia porque el gobierno mexicano buscaría impedir importaciones donde no hay comprobación científica de que hagan daño a la salud humana.

Para los empresarios, el maíz transgénico o genéticamente modificado, no hace daño, y siguen importando este maíz amarillo para ganado. De hecho, es clave porque México no es autosuficiente en maíz amarillo. El Presidente frenó una revuelta dentro de la 4T, donde un grupo de su gobierno no le hacía caso a los secretarios de Estado. Terminó dándoles la razón a sus secretarios (Villalobos, Buenrostro y Albores). Aunque mantuvo abierto el argumento de que el glifosato hace daño a la salud, lo cual no está comprobado, pero mantiene con esperanza al ala dura de su gobierno.