José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

4 Jun, 2021

Clave en votación es la expectativa económica; INE da certidumbre

En la primera mitad del sexenio de López Obrador como Presidente, la economía mexicana llega débil para enfrentar las elecciones intermedias. Llega como una economía disminuida, tras sufrir la peor caída en la época moderna de -8.5% en el 2020, debido a la pandemia y confinamiento. Además, ya cargábamos un descenso marginal de 2019, del -0.3 por ciento. Y como sabemos, no hubo plan contracíclico ni programas específicos.

Se podría considerar que por ello habría un voto de castigo. No necesariamente.

El votante, que es consumidor, ejerce su voto por las expectativas de si le va a ir mejor o peor.

Debemos considerar las expectativas de los votantes hacia delante.

Para ver esa expectativa del electorado, tenemos un indicador que nos ayuda. El Indicador de Confianza del Consumidor al mes de mayo, que levanta el Inegi. Los resultados recientes son sugerentes. El consumidor ve mejoría.

El consumidor ve mejoría en su situación esperada para los próximos 12 meses, calificándola alta.

Y el consumidor ve mejoría en la situación esperada para la economía para los próximos 12 meses.

El consumidor mexicano, y posible elector, llega a votar este 6 de junio sintiendo que la economía va mejorando.

¿Puede ser un espejismo? Claro, porque vamos a tardar dos años más para apenas llegar al nivel económico prepandemia.

Pero el elector puede sentir mejoría porque las vacunas están llegando. Porque ya casi está la apertura total con semáforo amarillo o verde en algunas entidades. Porque hay un clima de normalidad con el anuncio de regresar a clases el próximo lunes, aunque las escuelas no estén listas.

Esas mejorías no van a resarcir los últimos dos años perdidos. Pero… para los votantes, la expectativa de mejoría cuenta.

 

INE CONTRA CAMPAÑA

Para la economía el tener certeza en el conteo electoral es clave. El INE es un factor de confianza. Es una institución autónoma, que ha mostrado contar bien los votos y permitir la alternancia política. Ha existido una andanada gubernamental en contra el INE, a lo cual, desde su presidente, Lorenzo Córdova, hasta consejeros como Ciro Murayama, han explicado que es prácticamente imposible un fraude generalizado.

Desde el INE han tenido que combatir la desinformación. Las ideas absurdas de que el crayón utilizado se va a borrar, cuando los crayones se dan apenas el día de la elección. Que la tinta no es indeleble, cuando sí lo es. Y se ha tenido que recordar que el conteo rápido del INE saldrá entre 10 y 11 de la noche, para las 15 gubernaturas y la Cámara de Diputados, evitando que se den ganadores que no son.

El padrón de electores es totalmente confiable (la credencial del INE es nuestra identificación oficial). Y que el conteo de los votos lo realizará el casi millón y medio de ciudadanos en casillas, donde, además estarán representados los partidos políticos. El INE es factor de confianza.

 

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