Inflación, AMLO y ¿control de precios?; la de Pemex la hacen deuda soberana

El presidente López Obrador considera que pronto bajará la inflación. No se animó a decir fechas, pero sí dijo que pronto empezará a bajar el nivel de los precios. La preocupación sobre la inflación se deja ver, y no es para menos. En la primera quincena de enero fue de 7.94%, y la inflación subyacente, el centro del aumento de los precios, fue todavía elevada al ser de 8.45%.

Lo peor es la inflación de los alimentos, de 12.94%, lo cual afecta a la canasta básica. Y está haciendo que la cuesta de enero sea más difícil de lo previsto.

En la cuesta de enero, la población con salario fijo enfrenta un mayor aumento de la canasta básica, pero también elevación de tasas de interés, que ya se deja sentir en las tarjetas de crédito. Y, desde luego, los indicios de una desaceleración.

De ahí la preocupación del presidente López Obrador, quien recordó que el gobierno está actuando con el Apacic en 24 productos básicos, con una canasta fijada en 1,039 pesos.

El gran problema es lo limitado del Apacic, pues sólo son 24 productos, y además, únicamente vendidos en tiendas de autoservicio. No hay tianguis, no hay mercados informales, no hay pequeñas tiendas de detalle.

• DE GAS BIENESTAR A DECRETO DE MAÍZ

Ante ello, el gobierno ha tomado la decisión de tener ciertos controles de precios. El más notorio ha sido el del gas LP (Gas Bienestar). Pero el segundo precio donde el gobierno piensa influir es en el del maíz blanco, insumo para las tortillas. El decreto para imponer arancel de 50% a la exportación de maíz blanco fue para garantizar su existencia en el mercado interno, y así evitar que suba de precio.

Sin embargo, el decreto es totalmente inútil porque en México contamos con pleno abasto de maíz blanco e, incluso, exportamos el sobrante a países centroamericanos. Producimos 26 millones de toneladas y consumimos 24 millones de toneladas.

Más bien, si se hubieran querido meter a la cadena de valor maíz-tortilla, lo hubieran hecho desde el agricultor, pasando por los gastos de distribución, pero también por los problemas de costos de las tortillerías, que van de la maquinaria a la nixtamalización.

En algunos círculos empresariales empieza a existir temor al control de precios.

En efecto, los precios controlados no son la solución, sino más bien mantener finanzas públicas sanas, una política monetaria restrictiva (Banxico), y desde luego meterse a políticas sectoriales para producir a menor costo y lograr trasladar el menos costo al consumidor final. Pero eso es lo difícil.

• TRANQUILIZA A INVERSIONISTAS, PERO COSTÓ A TODOS

Desde luego, los inversionistas están tranquilos. El presidente López Obrador dio a conocer que vienen 10 mil millones de dólares de vencimientos de la deuda de Pemex para este 2023. Pero la Secretaría de Hacienda, a cargo de Rogelio Ramírez de la O, va a pasar esa deuda de Pemex a deuda soberana, con lo cual tendrá un menor costo.

Lo bueno es el menor costo de la deuda. Lo malo, que ahora todos estamos pagando la deuda de Pemex, pues al hacerla deuda soberana, todos los contribuyentes del país pagamos la deuda de la petrolera, que simplemente en este sexenio ni logró aumentar producción ni más exportaciones, y su refinación está lejos de darnos el ansiado autoabasto energético.

• BONOS DE HACIENDA

En Hacienda, Ramírez de la O y su equipo salieron a festejar el premio a la categoría Bono Soberano del Año, otorgado por Latin Finance. Se refieren a la operación de 2022 en el mercado de dólares, donde se emitieron dos nuevos bonos a 12 y 30 años, por un total de 5,800 millones de dólares. Ahí alcanzaron menores tasas y amortizaron deuda. En Hacienda siguen haciendo un manejo de refinanciamiento de deuda y qué bueno que así sea.