José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

27 Ene, 2021

¿Ya no somos el alumno consentido del FMI?

Con el FMI se sigue teniendo una muy buena relación. México es de los contados países (sólo cuatro) que cuentan con Línea de Crédito Flexible del organismo, la cual, además, ha sido renovada por 61 mil millones de dólares. El país ha seguido los preceptos de ortodoxia financiera sugeridos por el fondo. El organismo acaba de elevar el pronóstico de crecimiento para 2021 de la economía mexicana, de 3.50% a 4.3%. Incluso, Arturo Herrera, el secretario de Hacienda, será el presidente de la Junta de Gobierno del FMI y el Banco Mundial para las reuniones de primavera y octubre.

 

WERNER, NO CONFUNDIR REBOTE CON CRECIMIENTO

Sin embargo, en el Fondo Monetario Internacional están extrañados del comportamiento actual de México. En el organismo de plano se les hace raro que México no use la línea flexible que tiene. Es muy barata. Se les hace un rompecabezas al intentar saber por qué el gobierno obradorista no lanza un plan de estímulos. Tiene margen para hacerlo.

México, de ser un alumno estrella de las políticas del FMI (junto con Chile, sin duda), ha pasado a ser el alumno meticuloso, más riguroso de lo necesario.

Hace un par de semanas, Alejandro Werner, quien fuera subsecretario de Hacienda de México, señalaba que México contaba con margen de maniobra para lanzar un plan contracíclico. El hoy director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI decía en el ITAM que sin estímulos fiscales la economía mexicana no iba a retomar su crecimiento.

“No confundamos esta recuperación de rebote y de efecto de locomotora de Estados Unidos sobre la economía mexicana con una señal de mejora estructural… Probablemente, México va a seguir exhibiendo un entorno de inversión bastante mediocre y, por lo tanto, una difícil situación de creación de empleos a mediano plazo”.

 

GOPINATH, MÉXICO SUPEDITADO A ESTÍMULOS DE ESTADOS UNIDOS

Arturo Herrera, secretario de Hacienda, ha respondido a estas críticas señalando que México no puede endeudarse porque no tiene tasas tan bajas como Alemania o Japón.

En el FMI tienen otros datos.

Gita Gopinath, la economista en jefe del FMI, al dar a conocer ayer las previsiones para 2021 del fondo, dijo sobre nuestro país: “La recuperación de México viene en dos velocidades. De la demanda externa y las exportaciones, y la velocidad doméstica, que está supeditada a lo que pasa en Estados Unidos y a sus estímulos económicos adicionales”. Es decir, bendito Biden y su plan de estímulos, porque gracias a Estados Unidos nos están elevando el pronóstico de crecimiento de 3.50% a 4.3%. Para Estados Unidos, con Biden, el pronóstico del FMI se catapultó de 3.1% a 5.1% para este año.

En el FMI les extraña que México no esté lanzando un plan contracíclico. Tenemos margen de maniobra sin caer en deudas excesivas. Sólo Uganda nos gana en dar menos estímulos fiscales. Y, claro, las consecuencias son claras: más desempleo, más quiebre de empresas, más sectores en recesión.

 

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