Panel sobre energía: sí debería preocupar a AMLO

Muy a su estilo, el presidente López Obrador no sólo mini­mizó la decisión de Estados Unidos de iniciar un mecanismo de consulta en el marco del T-MEC sobre la política energé­tica de la 4T, sino que, incluso, se burló al ritmo de Chico Che con: “Uy, qué miedo, mira cómo estoy temblando”.

Canadá, como se anticipaba, anunció también que ini­ciará mecanismos de consulta que seguramente no culmi­narán en ningún acuerdo porque López Obrador insiste en que su política energética no viola el T-MEC, cuando sí otorga un trato discriminatorio a empresas de Estados Uni­dos y de Canadá en beneficio de Pemex y de la CFE, frena las inversiones y pone en jaque al T-MEC.

La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, quien ha­bía intentado tapar el sol con un dedo tras las reuniones que ha sostenido con sus contrapartes, Katherine Tai, de Estados Unidos, y Mary Ng, de Canadá, en la que ambas manifesta­ron su preocupación por la política energética de la 4T, trató ayer de minimizar el impacto del mecanismo de consulta al señalar que, en efecto, es la cuarta vez que se convoca a un mecanismo de solución de controversias en el marco del T-MEC. Una de ellas, que está en el panel en curso, por parte de México y Canadá, por discrepancias sobre la interpreta­ción de reglas de origen en la industria automotriz.

RIESGO DE SANCIONES POR 30,000 MDD

Sin embargo, en el caso de la po­lítica energética, es casi un he­cho que, después de los 75 días de consultas, López Obrador se negará a modificar su política energética, por lo que se tendrá que convocar a un panel de so­lución de controversias, al que se unirá Canadá, en contra de México.

Si los panelistas determinan que México sí viola el T-MEC, nos haríamos acreedores a sanciones comercia­les por el monto estimado del daño a las empresas por la política energética, que se estima en, al menos, 10,000 mdd, pero podría superar los 30,000 mdd y, en este mon­to, se aplicarán sanciones arancelarias a las exportaciones mexicanas.

Y hay que añadir el impacto negativo en materia de in­versiones por la incertidumbre jurídica.

Tanto el Consejo Coordinador Empresarial, que preside Francisco Cervantes, como la Concamin, que encabeza José Abugaber, emitieron comunicados en defensa del T-MEC porque es fundamental para el crecimiento econó­mico, la creación de empleos y la integración de América Latina.

Alguien tendría que explicarle a López Obrador, a Rocío Nahle, secretaria de Energía, y a Manuel Bartlett, que sí deberían estar preocupados por las implicaciones de violar el T-MEC o cualquier tratado comercial firmado por México.

BAJAN META DEL PIB A 1.6%

Aunque la aplicación de aranceles contra exportaciones mexicanas no iniciaría sino hasta 2024, un primer impacto de esta confrontación con Estados Unidos y Canadá será en el PIB.

La encuesta de analistas de Citibanamex, que, evidente­mente, no incluye esta confrontación, bajó su expectativa de crecimiento del PIB en 2023 a sólo 1.6%, por el riesgo de recesión en Estados Unidos y el alza en tasas de interés, y para este 2022 la mantienen en 1.8 por ciento.

Otra mala noticia es que pronostican que la inflación en julio será de 8.1% y, para el cierre de año, la elevan a 7.68%, y anticipan que el Banxico vuelve a subir las tasas en 75 puntos base.