Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

9 Mar, 2024

Dolor de cabeza en el T-MEC

Independientemente de si Donald Trump o Joe Biden resultan ganadores, México enfrentará desafíos comerciales con Estados Unidos, como lo revelaron las declaraciones de Katherine Tai, titular de la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR). Durante un foro organizado por el Brookings Institution titulado: Evaluando el estado del T-MEC y las relaciones económicas de Norteamérica, Tai indicó que la revisión del T-MEC prevista para 2026 estará marcada por diversos factores: el desempeño y resultados de los paneles de resolución de controversias, los cambios mundiales postpandemia, la agenda de cambio climático, y la influencia comercial de China en Norteamérica. Si bien estos enfoques son lógicos y deseables, sorprendió la afirmación de Tai sobre la conveniencia de que los tres países lleguen a esta revisión en 2026 en una posición de incomodidad, “incluso si esto genera cierta incertidumbre”. Esto sugiere que México empezará a experimentar presiones en términos del T-MEC, teniendo poco margen para adaptarse, lo que podría abrir un frente de incertidumbre capaz de ralentizar el flujo de inversiones fomentado por el fenómeno del nearshoring.

SOCIO PRINCIPAL

En enero de 2024, México se mantuvo como el principal socio comercial de Estados Unidos, con un volumen de comercio diario que el año pasado superó los 2 mil 100 millones de dólares. No sólo México es el mayor exportador hacia Estados Unidos, sino que también es el segundo mayor mercado de exportación para ese país, después de Canadá, lo que le otorga una posición de negociación más sólida. Un claro ejemplo de esta dinámica se observó en el reciente conflicto sobre el acero, donde productores estadunidenses acusaron a México de ser una vía indirecta para que China introduzca acero y aluminio en la Unión Americana. Frente a estas acusaciones, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) argumentó que Estados Unidos mantiene un superávit comercial en este sector, sugiriendo que un enfrentamiento sería más perjudicial para ellos. En respuesta a la situación, la Secretaría de Economía propuso la creación de mecanismos de revisión técnica para disipar las tensiones.

COMPONENTE POLÍTICO

El mensaje anual a la nación, uno de los eventos políticos más destacados en Estados Unidos, fue pronunciado por el presidente Joe Biden el jueves por la noche. Este discurso estuvo fuertemente influenciado por la campaña en la que se enfrenta a Donald Trump para lograr su reelección y por lo cual no tuvo reparo en atacar a su rival. Además, pidió aplausos para Shawn Fain, líder del United Auto Workers, cuyo respaldo sindical es crucial en el contexto del colegio electoral. Este apoyo es especialmente significativo dado que muchos de los más de un millón de trabajadores afiliados al UAW residen en estados indecisos, fundamentales para el resultado de la elección presidencial. La importancia de este respaldo se extiende hasta México, ya que el UAW envió una carta a la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) el 17 de enero, expresando su inquietud sobre la inversión automotriz china que podría estar eludiendo los aranceles de la sección 232, una medida de seguridad nacional. A pesar de que el USTR no ha emitido una respuesta hasta la última semana de febrero, el presidente Biden instruyó al Departamento de Comercio para que investigue si el software de los vehículos chinos representa una amenaza para la seguridad nacional, lo que potencialmente prohibiría la entrada al mercado estadunidense de automóviles de compañías chinas fabricados en México afectando la inversión proveniente de ese país.

TENSIÓN PREVISIBLE

Si Donald Trump regresa a la Casa Blanca, es probable que la relación comercial entre México y Estados Unidos entre en una fase complicada. Durante su campaña, Trump ha enfocado en la migración como un tema central y, en el pasado, no ha dudado en amenazar a México con la imposición de aranceles progresivos si no se detiene la migración a través del país. Por otro lado, si Joe Biden es reelegido, se anticipan presiones durante la revisión del T-MEC. Independientemente del resultado, es crucial que tanto el gobierno como el sector privado de México mantengan una presencia activa en Washington D.C. para prevenir una repetición de respuestas reactivas, como ha ocurrido en los últimos años.

 

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