Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

21 Jul, 2018

El termómetro financiero

Hace unos años reproduje un artículo proveniente de épocas de crisis pasadas donde como doctor diagnosticaba a las empresas entre aquellas que estaban muy graves de salud financiera y otras que estaban menos enfermas, puesto que los negocios sanos son pocos y van disminuyendo en cuanto avanza la crisis y se empiezan a emitir noticias u opiniones deprimentes, catastróficas o al revés, con un optimismo no basado en la realidad.

 Los hechos parecen dar la razón a los pesimistas: puede haber una fuerte disminución en las exportaciones de autos y camiones, el peso se sigue devaluando frente al dólar y otras monedas y las bolsas de valores no reaccionan sanamente ante la guerra comercial potencial. Malos augurios todos.

  Sin embargo, con realismo y entendiendo que esta época crítica ya está con nosotros, y que, como en crisis anteriores, también vamos a salir de ésta, aunque más vulnerables, quiero ayudar a los emprendedores.

1.- La situación económica se va a complicar, ya que apenas se resienten en el bolsillo de los consumidores y de muchos empleados los recortes en gastos que van a hacer gobierno y empresas. Y al transitar por cualquier avenida se encontrarán multiplicados los anuncios de renta o venta de casas, oficinas y locales comerciales pues la oferta aumentó y no hay demanda. Sólo se salvan un poco las viviendas de interés social. Esto apenas empieza

2.- La liquidez es la absoluta soberana de la salud de una empresa, a nivel personal o familiar e, incluso en el sector público.  Es el mejor termómetro al que hay que acudir y consiste en la HABILIDAD DE CONSEGUIR FONDOS O RECURSOS inmediatos o a corto plazo. Ayuda tener en caja y bancos dinero disponible para efectuar pagos necesarios para operar el negocio, pero también hay que revisar claramente la situación de factores tales como:

  a.- Clientes o cuentas por cobrar. Haga un análisis exhaustivo acerca de la cartera que tiene, su antigüedad en el pago y clasifique a aquellos deudores que están muy atrasado o ya son incobrables, aquellos que son problemáticos potenciales y los que siguen sanos. Hay tres acciones a realizar después de esta evaluación:

  a.- Presionar por todos los medios a deudores muy morosos para recuperar esos saldos, negociar con aquellos que tienen problemas y controlar sus adeudos y pagos.

  b.- Dar ciertos descuentos o pedir anticipo por pronto pago para cobrar más rápido.

  c.- Cuidar los límites de crédito de todos los clientes para no soltar mercancía o servicios que rebasen su capacidad de pago. Esta pugna normal entre ventas (que quiere que le surtan al cliente su pedido) y finanzas (la liquidez es la reina) y los clientes malos en épocas normales empeoran. Mejor que se vayan a causarle problemas, a sus competidores.

3.- Los inventarios. El tener inventarios obsoletos o de muy lento movimiento es un arma mortal. A sacarlos del almacén y volverlos dinero a la brevedad. También sirve para balancearlos y evitar errores en
las compras.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube