Compré un auto usado y se convirtió en mi peor error financiero

Era el 2019, realmente necesitaba un automóvil para poder trasladarme de mi casa hacia mi lugar de trabajo, pero no contaba con mucho presupuesto así que decidí comprar un auto usado… aunque resultó una mala idea. 

De pronto, un conocido me ofreció su auto, un Golf, pensé: no podía llegar en mejor momento y lo compré. 

Así sin más, sin buscar otros modelos, así como me ofrecieron el auto, decidí que sí, que era la mejor opción, la única que se ajustaba a mis necesidades y presupuesto. 

Y efectivamente, lo compré. Los primeros meses me sentí contento de haber adquirido ese auto. Me podía trasladar de mi casa a mi trabajo sin ninguna complicación, sin la necesidad de batallar en el transporte público. 

Luego llegó la primera falla mecánica y con ello empezaron muchos gastos. “Haber comprado un coche usado se convirtió en una carga muy pesada, lo arreglaba de una cosa y a la siguiente semana se descomponía otra", comentó Juan. 

Después de varios meses y de muchas visitas al mecánico para que el auto funcionara bien, comprendí que la mejor opción era revenderlo. No porque el coche siguiera fallando, sino porque ya no quería seguir gastando en darle mantenimiento. 

El primer error, de los muchos que tiene este arrebato, fue que no supe considerar todos los factores que conlleva comprar un auto usado y que lo compré porque era para lo único que me alcanzaba. 

El segundo fue no llevarlo al mecánico a revisión para que me dijeran en qué condiciones se encontraba el auto y si era conveniente comprarlo o no. 

Un dinero que pude haber ahorrado y posteriormente dar el enganche para un auto nuevo, lo tiré sin pensar en las consecuencias, solo pensé en que el coche llegó en el momento indicado”, dijo Juan. 

Juan aprendió a la mala la importancia que tiene tomar en cuenta todos los factores que conlleva comprar un auto usado.

Ahora que lo pienso, era mejor esperar a juntar el dinero y dar el enganche para un auto nuevo, pues el coche que adquirí se descomponía en el momento menos indicado, muchas veces falló a mitad del camino, lo que hacía que llegara tarde a mi trabajo”, aseguró. 

No obstante, decidí comprarlo, aunque a la larga afectó mis finanzas personales. Hoy sé que comprar un auto por comprar fue mi peor error financiero, porque uno nunca sabe en qué condiciones mecánicas se encuentra.