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MONTERREY, 18 de octubre.— Carlos Ramírez, gerente de Explotación de Gas Natural Fenosa, informó que han registrado pérdidas por robo que han tenido impacto.
La compañía de origen español reveló que ha crecido el número de alertas en sus redes de distribución de gas natural en la Ciudad de México y Monterrey.
Gas Natural Fenosa reconoce que uno de los principales riesgos en sus operaciones en nuestro país son lo que se encuentran vinculados a los disturbios que genera el crimen organizado en Saltillo, Coahuila.
Uno de los problemas que tiene la empresa para detectar los robos es que su sistema de monitoreo no permite detectar en tiempo real, debido a que no hay alteraciones sustantivas en la presión de su red de gasoductos que tiene una longitud de 17 mil kilómetros.
Aunque otras compañías han mencionado que es casi imposible el robo de gas natural por su origen gaseoso, Pemex ha reportado que entre enero y septiembre de este año se han detectado 58 tomas clandestinas de gasoductos del energético.
Denuncian hurto de gas natural
Gas Natural Fenosa informó que el número de alertas por usos no autorizados en las redes de distribución se ha incrementado en las ciudades de México y Monterrey.
Carlos Ramírez, gerente de Explotación de Gas de la empresa, reconoció que las pérdidas por este robo son reales, aunque se rehusó a dar
detalles al respecto.
Durante un recorrido a medios de comunicación en su Centro de Control de Distribución, en la capital de Nuevo León, la empresa con sede en Barcelona, España, explicó que estos robos no pueden ser detectados en tiempo real dentro de su sistema de monitoreo, puesto que no causan variaciones importantes en la presión de la red de 17 mil kilómetros de ductos, como podría causarlo, por ejemplo, un sismo.
“Hacemos un corte de gas todos los días y tenemos ahí un balance entre el que entra a la red y el que sale, ahí es donde hay una diferencia. Todo uso no autorizado está fuera de contrato”, detalló.
Para ello la compañía instaló el sistema de monitoreo SCADA, de la empresa Oasis e implementado por Telvent, que es el mismo con el que cuentan Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el cual requirió una inversión de un millón de dólares, como parte de su programa integral de seguridad.
Dicho sistema se encarga de monitorear variables como volumen, presión y temperatura de los ductos, entre otros.
Sustracción, proceso complejo
Compañías que también se dedican a la distribución de gas natural aseguraron a Excélsior que resulta casi “imposible” el robo de gas natural, puesto que a diferencia del LP y otros petrolíferos es el único que viene en estado gaseoso, por lo que no habría forma de almacenarlo.
Consultadas por separado, Sempra de México y Gas Natural de Suez, con negocios similares al de Fenosa, negaron que en sus ductos haya problemas similares.
Esto, a pesar de que cifras de Pemex apuntan a lo contrario.
De acuerdo con la paraestatal es posible que se robe el gas natural, dado que de enero a septiembre de este año se detectaron 58 tomas clandestinas en gasoductos de este tipo, contra 56 incidentes reportados en todo 2011.
Esta opinión fue secundada por Arturo Carranza, analista de Solana Consultores, afirmó que sí es posible hurtar el gas natural, ya que las bandas criminales están a “la vanguardia” en tecnología, lo que les permite sustraerlo.
De acuerdo con fuentes que prefirieron no ser citadas, la forma de hacerlo consiste en inyectar el gas dentro de tanques presurizados que permitan administrar, a su vez, el aire necesario para empujarlo hacia arriba, aunque dijeron desconocer cuál es el mercado objetivo de este combustible, puesto que Pemex es el único autorizado para vender gas natural a los distribuidores.
Detectan riesgos
La empresa de origen español precisa que los disturbios que genera el crimen organizado son de los principales percances en la operación de la gasera que tiene en Saltillo, Coahuila.
Mientras que en la Ciudad de México el mayor peligro al que se enfrenta es de carácter sismológico, aunque está preparada para ello, ya que es posible cortar el suministro en toda la capital, donde tiene una capacidad instalada para suministrar 200 mil metros cúbicos de gas natural por hora de los que solamente ocupa, en horas pico, la mitad.
Actualmente Fenosa atiende a 1.3 millones de clientes domésticos, industriales y comerciales en entidades como el DF, Monterrey y la región Bajío, donde tiene mayor presencia.
Un enigma, el transporte y robo de energético: Fenosa
De acuerdo con Gas Natural Fenosa, la forma de hurtar y transportar gas natural que se encuentra en estado gaseoso a diferencia de, por ejemplo, del gas LP, es un misterio, sobre todo si se considera que éste se encuentra en tuberías de considerable profundidad.
“Todo el gas natural que ellos transportan es a través de tuberías. Para que alguien pudiera robárselo tendría que ser en estado líquido, pero sería muy difícil que se lograra pasando desapercibidos”, puntualizó Miriam Grunstein Dickter, especialista del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Refirió que la única forma posible para sustraer el combustible es conectando otra tubería o ducto al ya existente, aunque con ello se corra el riesgo de ocasionar una explosión, además de que esto representa un gasto exorbitante de operación, lo cual haría el robo incosteable.
Sin embargo, robar el gas natural en China es tan sencillo como inflar un globo.
De acuerdo con información difundida por el diario China Daily, pobladores de la provincia de Shandong se acerca al gasoducto y aprovechan el descuido de los trabajadores para acceder a un punto de extracción, abrir la llave de purga y llenar una bolsa de seis metros de largo por otro de
diámetro con el combustible.
El rotativo destaca que tarda alrededor de cuatro minutos en llenarse, posteriormente se cierra con un nudo y entonces puede trasladarse.
De acuerdo con fuentes allegadas a la industria gasera en México, los artefactos utilizados para la sustracción ilícita de combustibles son: una abrazadera, un niple, un tubo ascendente y una válvula para controlar la salida del gas. Así, controlando su salida logran sustraer el energético para evitar una explosión.
