Noruega, plan petrolero a largo plazo

CIUDAD DE MÉXICO, 29 de julio.- De querer adaptar el modelo noruego petrolero a México, lo primero que tendría que hacer el gobierno mexicano es alcanzar un consenso político donde prevaleciera la visión de país a largo plazo.

“Es alinear intereses independientemente del partido que esté en el gobierno, todos deben entender que al final de cuentas se trata de beneficiar a los ciudadanos, tener esta capacidad para construir los acuerdos para hacer de este sector una verdadera palanca de desarrollo, eso los noruegos lo hicieron muy bien”, comentó Arturo Carranza, analista de la firma Solana Consultores.

México y Noruega tienen historias parecidas, a finales de la década de los 60 ambos encontraron un yacimiento grande que definiría su futuro.

Para los noruegos se llamó Ekofisk, equivalente al Cantarell mexicano, un campo comercialmente viable que puso sobre la mesa un debate sobre lo que debían hacer con sus recursos.

Caminos distintos

En los primeros años de 1970 comenzó a operar Statoil, la empresa petrolera del Estado que se encargó de explotar los recursos de hidrocarburos de la mano de empresas privadas, de quienes tomó la tecnología y la experiencia a cambio de compartir la producción.

En contraste, cuando México encontró Cantarell, que llegó a ser el segundo yacimiento más grande del mundo, las finanzas públicas se hincharon y la mayor parte de los recursos se fueron a cubrir gasto corriente.

“En su lugar los noruegos pactaron hacer algo con esos recursos y crearon el fondo de los ingresos petroleros que luego se llamó fondo de pensiones”, señaló Carranza.

Actualmente este fondo tiene un tamaño de 865 mil millones de dólares y se invierte en un portafolio donde la mayor parte, casi 80 por ciento se va a las diferentes bolsas de valores del mundo.

De las ganancias obtenidas cada año del fondo de pensiones noruego se toma sólo el cuatro por ciento para destinarlo al presupuesto federal mientras que el resto se sigue administrando. Al cierre de 2012 el fondo logró crecer once por ciento de los cuales se tomaron sólo cuatro.

“Calculamos que tenemos en nuestro poder uno por ciento de todas las acciones del planeta”, comentó Björn G. From, director de inversiones del fondo noruego.

Al respecto, Pemex podría hacer mucho, incluso con los precios actuales tendría la obligación de hacer crecer los excedentes petroleros, “esto debería ser parte de una Reforma Energética”, opina Fluvio Ruíz Alarcón, integrante del Consejo de Administración de Pemex.

También, México tendría que modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución con la finalidad de permitir el régimen de concesiones y asociaciones que se tiene actualmente en Noruega, donde Statoil participa como un operador más que participa en las licitaciones al mismo nivel de Chevron, BP, Exxon y cualquier otra.

Recomendación

“Es necesario que el gobierno piense en cambios de largo plazo, tener la creatividad para poder aprovechar los recursos, es la clave que le falta, la oportunidad que tiene México como país independientemente de las necesidades técnicas que tiene la industria; los legisladores y el gobierno tienen que entender de la necesidad de hacer acuerdos”, insistió Carranza, de Solana Consultores.

Otro de los factores primordiales que tendría que tener México para una industria tipo Noruega es un órgano regulador que funja también como administrador de los recursos.

En este sentido, la Secretaría de Energía (Sener) tendría que asumir ese papel al igual que lo hace el Ministerio de Petróleo y Energía de Noruega, quien tiene la capacidad de sancionar a aquellos jugadores de la industria que incumplan las normas.

Además, es el Ministerio el encargado de seleccionar los bloques que se van a licitar y administra todo el proceso a través del Directorado Noruego del Petróleo, algo parecido a la Comisión Nacional de Hidrocarburos pero con mayores atribuciones.

En este sentido, el gobierno mexicano también debe pensar en la creación de una “empresa” que sea la verdadera dueña del petróleo y lo gestione  como es el caso de “Petoro”, que una vez licitado el bloque tiene la responsabilidad de otorgar las licencias correspondientes a los ganadores y vigilar la renta petrolera para después enviarla al fondo de pensiones del que se habló.