Informalidad mata a funerarias

Casi la mitad de las empresas del país no cumplen las regulaciones: J. García López
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Óscar Padilla, director de J. García López, dijo que la informalidad en el ramo es
Óscar Padilla, director de J. García López, dijo que la informalidad en el ramo es "preocupante". Foto: Claudia Aréchiga

CIUDAD DE MÉXICO.- Ni siquiera la muerte se salva de ser víctima de negocios informales, porque cerca de 50 por ciento de las agencias funerarias que existen en México no cumplen con la regulación, promueven la corrupción y se aprovechan de las familias que están de luto, aseguró Óscar Padilla, director general de la funeraria
J. García López.

En entrevista con Excélsior, el directivo comentó que la informalidad en la industria es preocupante, porque otro porcentaje de empresas operan cumpliendo parcialmente los requisitos, mientras que sólo 20 por ciento de las cerca de dos mil 900 funerarias del país son formales.

“Es una competencia desleal que daña mucho porque el valor de mercado de la industria funeraria, que es de aproximadamente 12 mil millones de pesos al año, y estas empresas tienen cerca de 30 por ciento de este valor”, resaltó.

Padilla explicó que esta informalidad se debe a que existe una “corrupción muy impactante” en hospitales y ministerios públicos donde las funerarias ilícitas convencen a los trabajadores para que ofrezcan sus servicios a los familiares de los fallecidos.

Pero los negocios del sector no son los únicos que resultan afectados, las familias usualmente son atraídas con engaños, pagan un sobreprecio considerable y reciben un mal trato.

“Te enganchan diciendo que cobrarán cuatro mil 500 pesos por todo el servicio y terminan cobrando en promedio 16 mil pesos, más que una empresa establecida”, advirtió el director de J. García López.

Por ejemplo, si una familia no cuenta con los recursos para contratar una funeraria de cadena puede acudir a los servicios de los institutos de salud públicos, que son de calidad y tienen un precio máximo de 11 mil pesos.

Debido a esta problemática y a la necesidad de actualizar la Norma Oficial Mexicana 136 (NOM-136) que regula a la industria, el año pasado se creó el Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios con el fin de tener un acercamiento con la Secretaría de Salud, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la dirección general de normatividad, sin que hasta el momento haya resultados.

“Primero nos atendieron muy bien, hubo una mesa de trabajo de un mes y se olvidaron de nosotros”, denunció el director general de la funeraria.

Incluso, el directivo agregó: “Las autoridades no nos están dando resultados y seguimiento. Necesitamos que realmente nos ayuden, también por los usuarios que están realmente golpeados y desprotegidos ante la falta de una regulación total y absoluta”.

Además, sugirió a las familias que la mejor manera de estar preparadas para afrontar la muerte es contar con un plan de previsión de servicios funerarios a futuro.

Frenan plan de negocios

Con respecto a su negocio, Óscar Padilla adelantó que uno de los planes más importantes es crear un modelo de franquicia para llevarlo al resto de la República Mexicana y a Sudamérica.

Sin embargo, la seguridad jurídica en cuanto a regulación y control de la industria e informalidad han sido la mayor limitante que han encontrado para continuar con este plan de negocios.

La cadena mexicana de agencias funerarias proyecta para el siguiente año continuar con crecimientos de doble dígito y alcanzar una consolidación.

Pero además espera llevar sus servicios funerarios a Estados Unidos, particularmente para los paisanos que viven en el vecino país del norte.

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