La importancia del cambio de lenguaje de la Iglesia Católica hacia los gays

CIUDAD DE MÉXICO.- De acuerdo con la agencia de noticias católicas Fides en el mundo hay 1,165.7 millones de católicos, lo que representa alrededor del 17.4% de la población mundial.

En tanto, los 20 países con el mayor número de católicos, entre los que destacan Brasil, México, Estados Unidos, Alemania, Francia e India, representan casi el 40% del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo.

Por lo mismo, en estos países donde la legislación se basa en creencias y una cultura influenciada por la religión desde hace siglos, el cambio en el tono de la Iglesia Católica en cuanto a su actitud a las personas homosexuales es importante.

El costo de la homofobia

La homofobia y los prejuicios hacia personas con una preferencia no heterosexual, muchas veces impulsadas por creencias religiosas, tienen un impacto económico y social real y negativo.

De acuerdo con una investigación del Banco Mundial, la homofobia le puede costar a un país hasta el 1.7% de su PIB.

Pero también representa un riesgo de vulnerabilidad social a quienes son discriminados, ya que pueden presentar una expectativa de vida menor, deterioro de la salud y una menor participación en la fuerza laboral.

Aquí puedes leer más sobre esta investigación

¿Cambios en el Vaticano?

Desde la semana pasada se reúnen en el Vaticano obispos de todo el mundo en un Sínodo, una asamblea donde los jerarcas de la Iglesia Católica debaten temas alrededor de la familia, las parejas del mismo sexo y los divorciados, principalmente.

Ayer causó revuelo un documento preparado que sirve como guía para continuar con el debate, en el que se aprecia un cambio en el lenguaje usado para referirse a los homosexuales.

Los homosexuales tienen dones y atributos para ofrecer a la comunidad cristiana: ¿somos capaces de darle la bienvenida a esta gente, garantizándoles un espacio mayor en nuestras comunidades? Muchas veces ellos quieren encontrar una Iglesia que les ofrezca un hogar acogedor.
¿Son nuestras comunidades capaces de probar eso, aceptando y valorando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?", dice el texto.

Analistas en temas del Vaticano como John Thavis dijeron a medios que el documento es “un terremoto” en la actitud de la Iglesia Católica hacia los homosexuales.

Sin embargo, hay otros analistas que sugieren cautela en cuanto al documento. Por ejemplo, Elizabeth Dias de la revista Time dice que el documento por sí mismo no representa un punto de quiebre en la actitud de la Iglesia, sino que sólo señala la importancia del tema y el intenso debate que se dio alrededor de él en la primera mitad del Sínodo y que será discutido más a fondo en el siguiente.

No es un cambio en la Doctrina

El papado de Francisco se ha caracterizado por hacer uso de un lenguaje más compasivo al hablar de personas que en el pasado habían sido vistas rígidamente como simples pecadores, dando un mensaje más acorde al núcleo de la creencia católica.

Pero el documento deja en claro que no habrá un cambio de doctrina.

Sin negar los problemas morales relacionados con las uniones homosexuales, debe señalarse que hay casos en los que la ayuda mutua al punto del sacrificio constituye un respaldo valiosísimo a la vida de quienes integran la pareja”, dice el texto.

Esto quiere decir que la Iglesia Católica jamás verá a las uniones entre personas del mismo sexo al mismo nivel que los matrimonios heterosexuales.

Sin embargo, el documento también refiere que el aceptar estos “dones y atributos” y la “ayuda mutua” a la que hacen referencia en las personas y parejas homosexuales, representa “un importante desafío educativo” para la institución, tanto a nivel jerárquico como entre los fieles.

Pese a que no habrá un cambio en la doctrina, el cambio en el lenguaje y la aceptación de ciertos aspectos de las relaciones entre personas del mismo sexo puede tener a futuro una mejor comprensión de la misión de la Iglesia Católica y la actuación que la misma espera de sus fieles hacia esta comunidad.

Ahí radica la importancia de este documento, en la posibilidad de que inicie un cambio de actitud que permita una mayor aceptación, menor homofobia, avances legislativos para su protección y la reducción de los costos que éstos tienen sobre la sociedad y la actividad económica.

*gl