Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

13 May, 2015

La maestra

El día que recibió una manzana, Lynda Weinman descubrió que su verdadera vocación era la enseñanza.

El nombre de la sexagenaria empresaria, con una sólida reputación en Silicon Valley, saltó a la fama mundial el pasado 9 de abril, cuando se anunció que el sitio web que lleva su nombre —fundado hace 20 años y que es hoy sinónimo de educación en línea— será adquirido por la red social LinkedIn en mil 500 millones de dólares. Una operación financiera de tal magnitud no parecía estar en el destino de la egresada de la carrera de Humanidades del colegio de Evergreen en Olympia, Washington, que en tres años de estudios nunca tocó una computadora y, aun así, llegó a convertirse en una de las principales gurús del diseño web.

La propia Weinman describe su vida como “un feliz y gigante accidente”, de acuerdo con el reportaje de portada publicado en la primavera de 2008 por la revista EverGreen, editada por su alma máter. El texto, firmado por Carolyn Shea, relata que los primeros pasos de Lynda en los negocios fueron la apertura de dos tiendas minoristas en Los Ángeles nombradas Vertigo, en homenaje a la película de Alfred Hitchcock, las cuales cerró en 1982 para incursionar en Hollywood como animadora de efectos especiales, con participación en un episodio de la saga La Guerra de las Galaxias y en videoclips para los cantantes Lyle Lovett y Howard Jones.

El viraje decisivo de su carrera ocurrió cuando adquirió la primera Macintosh de 1984, de Apple, en cuyo aprendizaje profundizó de manera autodidacta, al grado de que un año después ya se ganaba la vida elaborando animación computarizada. Para completar el gasto dio clases de esas técnicas en el Art Center College de Pasadena, donde encontró que, en definitiva, lo suyo era el magisterio.

Y lo ejerció en una doble vía. Primero, con el lanzamiento en 1995 de lynda.com para promover sus propias creaciones y, sobre todo, llevar el control en las tareas de sus alumnos. Segundo, tratándose de un recurso técnico novedoso, encontró que no existían en ese entonces libros de texto que enseñaran a diseñar páginas de internet, así que decidió escribir el primero.

Aunque al principio le costó trabajo convencer a las editoriales de su pertinencia, aquel volumen de 450 páginas fue, a partir de su publicación en 1996, un éxito descomunal de ventas, se tradujo a varios idiomas y se le considera un clásico. En español se tituló Diseño de Imágenes para la Web (Editorial Anaya Multimedia, Madrid, 2002) y, más que un farragoso manual técnico, describe esta labor como una creación artística que demanda imaginación y talento.

La formación literaria de Weinman logró que tanto aquel libro como sus siguientes best sellers demostraran que sí es posible escribir lenguaje especializado en un tono amigable. Un ejemplo es el volumen Diseño Creativo HTML.2 (Editorial Pearson Educación, México, 2002) que escribió al alimón con su hermano William, un manual en el que recurre a una cita del poeta T. S. Eliot (“no es sabio violar las reglas hasta que se sabe cómo observarlas”) para incitar a los no iniciados en el arte de dominar los pixeles.

Weinman lo mismo ha destacado como consultora para Adobe, Apple y Microsoft que como conferencista e impartidora de talleres. Sin embargo, su mayor legado a la fecha es haber convertido a lynda.com en una inmensa aula virtual que no se limita a dar clases en internet sobre el manejo de Photoshop o cómo elaborar GIFs animados. Esta página se concibe a sí misma como una plataforma global de aprendizaje que, previo pago de una suscripción, permite a cualquier persona aprender sobre negocios, tecnología y cultivo de creatividad, mediante el acceso a miles de cursos y tutoriales impartidos en inglés, alemán, francés y español (este último idioma está disponible en el sitio video2brain.com).

En el contexto de la celebración estadunidense del Día del Maestro se anunció que a Lynda Weinman le fue conferido el doctorado honorífico por parte del colegio Otis de Arte y Diseño, fundado en 1918 en Los Ángeles, California. En su discurso de aceptación, pronunciado el pasado 10 de mayo, aseguró que el verdadero éxito no se mide en grados académicos o dinero. Su trayectoria es muestra viva de esta lección.

*marco.gonsen@gimm.com.mx

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