El viento y el sol deben esperar más para mover al mundo

El mayor reto energético de la humanidad es lograr que la energía renovable pueda desarrollarse sin subsidios, lo que con las cifras actuales perece poco menos que imposible dados los altos costos de generación.

Las tasas crecimiento de la eólica y la solar fueron de 38.2 por ciento en 2014 de acuerdo con un reciente informe de BP, la petrolera británica, sin embargo para 2035 se prevé que ambas satisfagan sólo 8% de la demanda mundial. Pero los costos no son el único problema.

Hay paralelos entre la turbulencia que la energía solar amenaza con causar en la industria de la electricidad y la que las perforadoras de esquisto de Estados Unidos ya han provocado en la industria de los combustibles fósiles. Un estudio realizado por Wood Mackenzie, una firma consultora, dice que el impacto de la energía solar pudiera ciertamente ser “comparable” con el del gas de esquisto.

ESCÉPTICOS

La energía eólica ofrece menos espacio para esto (los molinos de viento más grandes son más eficientes, pero su fabricación y construcción son costosas). La energía solar es la que más aclaman los optimistas. Puede funcionar a cualquier escala, desde un panel modesto en la azotea de una casa hasta una red gigantesca. Parece ampliamente que el desplome en los costos en los últimos años seguirá.

Consultores en McKinsey afirman que el costo de instalar un vatio de capacidad de generación solar podría reducirse a la mitad en los próximos cinco años.

La energía solar ya no es solamente una criatura de los subsidios. En las partes más soleadas del mundo, compite bien con el gas natural, incluso donde ese combustible es muy barato.

¿ALMACENAJE?

Pero el costo de la energía solar incluye otros elementos. En los días nublados y en la noche, necesitan energía de otros lados: ya sea de algún tipo de almacenamiento, o de la red. ¿Quién la pagará? La generación de energía de respaldo, y la infraestructura de red a través de la cual fluya, se ha vuelto cada vez menos económica conforme los consumidores generan más de su propia energía (y por tanto pagan menos a otros proveedores). Un informe reciente del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) señala que el éxito de la energía solar, por tanto, corre el riesgo de auto limitarse.

Baterías mejores y más baratas son una respuesta. La energía solar excedente generada mientras brille el sol puede ser aprovechada cuando esté oscuro. Pero hay cierto camino por recorrer para llegar a ello. La instalación de incluso la más grande de la nueva generación de baterías, la muy proclamada Tesla Powerwall, cuesta 7,140 dólares y almacena sólo 10 kilovatioshora; para nada suficiente para calentar o enfriar una vivienda típica. La solución real son redes más grandes y más flexibles, con interconexiones que crucen los límites corporativos e internacionales.  

*bb