:quality(75)/media/dinero/images/2015/07/verificentro-1.jpg)
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de julio.- Pese a las cámaras de videovigilancia, pese al software “inviolable” y pese a los constantes operativos al interior y exterior de los verificentros se sigue ofreciendo el brinco de la prueba y la obtención del holograma que requiera el cliente, a cambio de una gratificación.
Por entre 100 y 400 pesos, no importa si las unidades no cumplen con los límites de emisión de contaminantes, los llamados coyotes ayudan a conseguir la calcomanía “0”.
Excélsior contactó a una persona que se dedica a la gestión de este trámite y reveló que desde el año pasado, en que los operativos por parte de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) fueron más frecuentes y las sanciones más severas, se les ha complicado dar sus servicios, pero “nada es imposible”, aseguró.
La clave, explicó, es saber a quién pedirle el favor y actuar con naturalidad dentro y fuera del verificentro, ya que los 81 que operan en la ciudad cuentan con cámaras de videovigilancia que son monitoreadas por la Sedema y cuando notan alguna actividad irregular actúan de inmediato.
Siguiendo sus instrucciones, Excélsior acudió a un verificentro con un auto de 15 años de antigüedad para conseguir el holograma “0”. Al llegar preguntó por el “contacto”, que ya no trabajaba ahí, dijeron, “pero está su socio”, y lo apartaron de la fila.
Tras un par de minutos pidieron que se formara en la línea donde se verifica y, casi al llegar, indicaron que se cambiara a otra máquina. Así sucedió con otro par de autos, a pesar de que las demás estaban vacías.
Los coyotes no trabajan solos y aunque son quienes realizan la mayor parte de la negociación con los clientes, están coludidos con al menos un técnico de la línea de revisión y con las cajeras, quienes poco exponen su identidad, pero son parte importante de la cadena ya que en algunos casos son las que reciben el pago del brinco, junto con los 414 pesos de la verificación.
En otros casos, el conductor deja en el cenicero o junto a la palanca de velocidades, la cantidad acordada, para que al subir el técnico, pueda tomarlo sin que ninguna cámara lo detecte y sin que haya forma de probar el hecho.
En la actual administración del GDF, han sido clausurados 25 verificentros por actos de corrupción flagrante, irregularidades en el servicio y fallas en la videovigilancia remota, así como 18 personas procesadas por delitos ambientales, catalogados como penales, al ofrecer y cobrar el brinco.
Con los recientes ajustes al Programa de Verificación Vehicular Obligatoria en la Ciudad de México, en acatamiento a una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los hologramas se entregan según la emisión de gases contaminantes del auto y no por su antigüedad, lo que favorece a muchos que regularmente solicitaban el brinco.
Esta disposición que hoy cumple una semana en operación, permitirá que al menos un millón 600 mil autos puedan conseguir el holograma “0” con el que circulan todos los días, pero los coyotes acorralan a los automovilistas haciéndolos dudar de aprobar la revisión.
Hasta el momento ni la Sedema ni la Comisión Ambiental de la Megalópolis han dado a conocer el número de autos que solicitaron la verificación adelantada para obtener el holograma “0”; sin embargo, en los verificentros aseguran que 40 por ciento de los que se han presentado desde el jueves pasado, buscan este nuevo beneficio y la mayoría lo obtiene al primer intento.
*
