Cómo Walt Disney se hizo dueño de dos ciudades silenciosamente

CIUDAD DE MÉXICO.- Un 17 de julio se abrió Disneyland en California, uno de los proyectos más ambiciosos de Walt Disney. Luego de haber cambiado para siempre a la industria del entretenimiento, Disney se embarcó en una aventura para llevar los parques temáticos de diversiones a otro nivel.

Pese a que Walt Disney había cumplido su sueño, no estaba del todo contento con su obra. La experiencia que había vislumbrado para su parque estaba muy lejos de completarse por una sencilla razón. La atracción se encontraba desprotegida.

Alrededor del terreno que ocupa el parque de diversiones se establecieron toda clase de negocios; hoteles, restaurantes, tiendas de regalos, que Disney odiaba. Para su siguiente proyecto se propuso que estaría aislado del mundo.

El “Proyecto Florida” o Walt Disney World, como fue llamado después, comenzó a desarrollarse a principios de los 60 con la idea de que fuera una ciudad aislada del mundo, una ciudad que cambiara el panorama urbano de los Estados Unidos, una ciudad del futuro. Disney pretendía que fuera una ciudad donde personas vivieran y trabajaran realmente, aunque tras su muerte el concepto cambió a un inmenso parque de diversiones.

Sin embargo, Disney se enfrentaba a dos problemas para construir su ciudad soñada: que los residentes del área elegida se opusieran al desarrollo y que su interés por comprar las tierras elevara su valor a un costo prohibitivo.

La solución para hacerse de 10,000 hectáreas al suroeste de Orlando, el equivalente a dos veces la ciudad de Manhattan, sorprende por ser un plan lleno de trampas legales y estrategias inconstitucionales por parte de uno de los hombres más creativos de la Historia.

Para evitar un alza en los precios al llegar y presentarse como Walt Disney, diciendo que quería comprar 10,000 hectáreas de propiedades, las compras corrieron a cargo de prestanombres. Esto, al mismo tiempo, fue el primer paso para hacerse del control absoluto de las tierras.

Cuando el rumor de que Disney estaba comprando tierras cerca de Orlando, éste lo negó. Dijo que no podría estar interesado en una ciudad con un clima malo y poca atracción turística. ¿Cómo era posible que conociera estos datos de la ciudad? “Nadie conocía Orlando en esos días”, dijo una reportera que cubría los rumores.

Paul Helliwell, un operativo de la CIA, se encargó de la operación para fundar dos ciudades fantasma en las tierras en las que se tenía planeado construir el sueño de DIsney. Los habitantes de estas ciudades serían personas fieles a la compañía, que “elegirían” a oficiales de gobierno que cederían el poder completo a Disney.

Para convertirse en un consejero de Bay Lake y Lake Buena Vista, era necesario ser propietario de tierra dentro de las ciudades; tierra que ya había sido comprada por Disney. Estos requisitos fueron enviados al Congreso de Florida, donde se aprobaron sin cambios las leyes para estas nuevas ciudades. Disney ahora las controlaba.

Así, la construcción en el sitio comenzó. Se dejaron de lado alrededor de 3,000 hectáreas que se conservan hasta hoy como reservas naturales, y un complejo sistema de canales y diques se implementó para poder ocupar la zona hasta entonces pantanosa.

Disney murió semanas antes de la inauguración de Walt Disney World.