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Por Felipe Gazcón y Jorge Ramos
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras considerar los efectos negativos de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, el Banco de México (Banxico) redujo sus proyecciones de crecimiento de la economía mexicana.
Agustín Carstens, gobernador del Banxico, explicó que la perspectiva de crecimiento para 2016 pasó de entre 1.7 y 2.5 a entre 1.8 y 2.3%, para 2017 la proyección cambió de entre 2 y 3% a entre 1.5 a 2.5 por ciento.
En cambio, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) decidió mantener en un rango de 2 a 2.6% su cálculo de crecimiento de la economía mexicana para 2016, y también mantuvo su proyección para 2017 en un rango de entre 2 y 3 por ciento.
No estamos siendo optimistas, estamos siendo realistas. No hay ningún elemento para diferir”, afirmó Vanessa Rubio, subsecretaria de Hacienda.
Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que la economía nacional avanzó uno por ciento en el tercer trimestre del año respecto al periodo inmediato anterior, lo que significó su mayor expansión en tres años, mientras que de enero a septiembre logró un crecimiento acumulado de 2.3 por ciento anual.
La economía de México creció uno por ciento en el tercer trimestre del año respecto al periodo inmediato anterior, lo que significó su mayor avance en tres años, mientras que de enero a septiembre logró una expansión acumulada de 2.3 por ciento anual, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los datos oficiales refieren que de julio a septiembre las actividades primarias avanzaron 2 por ciento; las secundarias, 0.1 por ciento; y las terciaras, 1.4 por ciento.
Y en su comparación anual, es decir, contra el tercer trimestre de 2015, el Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa de 2 por ciento real, impulsada por el dinamismo del sector agropecuario, que aumentó 4.8 por ciento, y los servicios, que avanzaron 3.3 por ciento. Las actividades secundarias retrocedieron 0.9 por ciento real, anual.
SIN SORPRESAS
Las cifras definitivas del PIB del tercer trimestre que dio a conocer ayer el Inegi están en línea con las expectativas de los analistas del sector privado, quienes esperaban, como fue, una confirmación de las cifras oportunas que publicó el mismo organismo el 26 de octubre pasado.
Eduardo González, de Grupo Financiero Citibanamex, destacó que el sector servicios se mantiene como el principal motor del crecimiento de la economía mexicana. Ratificó la estimación de crecimiento económico de esa institución para la economía mexicana en 2.1 por ciento para 2016.
Joan Enric Domene, de Invex, advirtió que el sector servicios se debilitará en el cuarto trimestre del año, lo que asociado con la fragilidad del sector industrial propiciará una desaceleración mayor de la actividad económica. También ratificó la estimación de crecimiento económico de esa institución para México en 2.1 por ciento para este año.
En términos generales, entre los analistas persiste el temor de que los recortes al gasto, asociados a una posible menor inversión por causa de la incertidumbre de los inversionistas sobre la política del gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, hacia México, ocasione una desaceleración de la economía mexicana en la recta final de 2016.
De enero a septiembre la expansión fue de 2.3 por ciento real, anual, impulsada por los servicios y la producción agropecuaria, principalmente, de acuerdo con las series originales del PIB, elaboradas por el Inegi.
De enero a septiembre, el sector servicios creció 3.4 por ciento; el agropecuario, 2.4 por ciento; y el industrial no registró variación, lo que sugiere que permaneció estancado como consecuencia de la prácticamente nula demanda externa de manufacturas mexicanas, informó la institución.
Durante septiembre de este año, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 2.0 por ciento con relación a igual mes de 2015, con cifras desestacionalizadas, en línea con lo esperado por analistas.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que por grandes grupos de actividades, las Terciarias se elevaron 3.4 por ciento y las Primarias aumentaron 3.1 por ciento; mientras que las actividades Secundarias disminuyeron 1.3 por ciento.
En su comparación mensual y con cifras desestacionalizadas, el IGAE creció 0.5 por ciento en términos reales durante septiembre de 2016 con relación al mes inmediato anterior, cuando registró un nulo avance.
Por grandes grupos de actividades, las Terciarias aumentaron 0.7 por ciento y las Secundarias 0.1 por ciento; en tanto que las Primarias cayeron 3.7 por ciento en el noveno mes de este año respecto al anterior, añadió.
Con cifras originales, el IGAE se elevó 1.6 por ciento real anual en el mes de referencia, resultado de un crecimiento de 4.6 por ciento en las actividades Primarias y de 3.2 por ciento en las Terciarias, en tanto que las Secundarias cayeron 1.3 por ciento, informó el organismo.
El Indicador Global de la Actividad Económica permite conocer y dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía, en el corto plazo, proporcionando valiosa información para la toma de decisiones.
-Jorge Ramos
El Banco de México advirtió que el panorama para la economía del país se ha vuelto más complejo tras el proceso electoral en Estados Unidos y su posible resultado, y aseguró que el balance de riesgos para la economía nacional ha empeorado.
Por esta razón, la autoridad monetaria disminuyó su proyección de crecimiento para la economía del país para el presente año y para 2017 bajó su estimación más.
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, detalló que “en este caso estamos pasando para 2016 a una expectativa de un crecimiento entre 1.7 y 2.5 a entre 1.8 y 2.3 por ciento; para el 2017 estamos modificando nuestro intervalo de uno de 2.0 a 3.0 por ciento a uno 1.5 a 2.5 por ciento”.
Acerca de los riesgos para el crecimiento, en el agregado, este balance se ha deteriorado.
A la baja está el tema de las medidas que pudiera adoptar la nueva administración de nuestro vecino país del norte, que obstruyan totalmente el funcionamiento de las cadenas de producción compartidas entre ambos países”, añadió el gobernador de Banxico.
Carstens advirtió que otro riesgo para el crecimiento de México consiste en que continúen los episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales que pudieran manifestarse en menores fuentes de financiamiento o menor inversión extranjera en México.
Otro peligro estriba en que persista el deterioro que se ha observado en los niveles de confianza de los consumidores e inversionistas.
El economista recalcó que lo más probable es que la Reserva Federal de Estados Unidos eleve su tasa de interés objetivo en diciembre y también dijo que es probable que el presidente electo en la Unión Americana lleve a cabo una política sumamente expansionista que pudiera repercutir en mayores tasas de interés y aumento de precios de materias primas.
En la presentación del Informe Trimestral de julio a septiembre del Banco de México, el funcionario advirtió que la inflación de cierre de este año y de 2017 superará tres por ciento, aunque no sobrepasaría cuatro por ciento.
Entre los riesgos al alza en los precios al consumidor destacó: que se acentúe la depreciación del peso y que con esto se contamine las expectativas de inflación, generando efectos de segundo orden; o aumentos de precios de bienes agropecuarios y energéticos.
Por el contrario, entre los riesgos a la baja en la inflación ubica: reducciones adicionales en los precios de algunos insumos de uso generalizado, tales como los servicios de telecomunicaciones; y que se amplíe la brecha en el producto por encima de lo esperado.
Agustín Carstens identificó varias razones que dotan de una mayor fortaleza la economía nacional para afrontar este escenario. De un lado, se señalaron los logros alcanzados y previstos de consolidación de las finanzas públicas, las medidas de política monetaria preventivas adoptadas este año y el proceso de reformas estructurales. Subrayó que el sistema financiero, está bien capitalizado, solvente y sin problemas de liquidez.
-Felipe Gazcón
El Banco de México obtuvo un resultado neto de 370 mil 105 millones de pesos entre enero y septiembre de este año, por cuenta de la depreciación del tipo de cambio, que ha sido de 11.2% en el periodo de referencia, situación que ha aumentado el valor en pesos de los activos en dólares del banco central, principalmente las reservas internacionales, de acuerdo con sus estados financieros.
Por lo anterior, los remanentes de operación que entregará el Banco de México a la Secretaría de Hacienda en 2017 estarían en el orden de los 400 mil millones de pesos, previó Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado de Mercados de Finamex, Casa de Bolsa.
Explicó en entrevista con Excélsior que los resultados al tercer trimestre de Banxico anticipan que el resultado neto al cierre de año será de 540 mil millones de pesos, asumiendo que el peso se mantenga en los niveles entre 20 y 21 pesos observados en noviembre, monto que podría ser superior en caso de que el dólar se aprecie más frente a la moneda nacional.
Sobre los 400 mil millones de pesos del remanente dijo que no deben ser vistos como la panacea, debido a que la deuda pública en dólares es de 177 mil millones de dólares, nivel similar a las reservas internacionales, por lo que la deuda pública externa en pesos aumentará en la misma proporción que los remanentes.
Por eso los remanentes se deben usar precisamente para eliminar ese aumento de la deuda. Con dicho monto se puede incluso disminuir los requerimientos financieros, pero por la depreciación del peso el saldo de la deuda se infla, por lo que la suma de los déficits no corresponde al aumento del saldo de la deuda”.
Aboumrad añadió que el gobierno debe evitar la tentación de usar los remantes para otro tipo de gasto, puesto que el volumen a recibir por parte del Banco de México será tan grande, que se pensará que alcanzará para otro tipo de gastos como apoyos a Pemex.
Por ello la recomendación puntual del FMI de usar los remanentes exclusivamente en reducir la deuda pública”, explicó.
-Paulo Cantillo
