Fuerza de Banxico deja irme: Carstens

WASHINGTON.— México mantiene un régimen de completa flexibilidad cambiaria y nunca ha tenido la intención de manipular la moneda, y probablemente no hay otro país que ha sido completamente analizado y supervisado y al que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le da mayor atención por mantenerle abierta la Línea de Crédito Flexible (LCF), afirma el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

En su calidad de presidente del Comité Internacional Financiero y Monetario (IMFC, por sus siglas en inglés) ratificó que México mantiene y mantendrá la cuenta de capital  corriente de la balanza de pagos completamente abierta, como el régimen cambiario que ha adoptado, no obstante la fuerte depreciación experimentada por la moneda y los efectos que produce la volatilidad de los mercados de capital al utilizarla como moneda de resguardo.

Durante la conferencia de prensa al término de las
reuniones del IMFC, también ratificó su intención de dirigir al Banco Internacional de Pagos y no seguir gobernando el Banco de México a partir de diciembre. “México lo ha hecho muy bien y hay dos cosas que me permiten mantener mi decisión”.

La primera es que México, “con el paso del tiempo, se ha convertido en un país de instituciones y el Banco de México es probablemente una de las más fuertes”.

Y, “lo que caracteriza a una institución es que no depende de una persona, lo que me permite moverme a otra cosa, porque estoy seguro de que el Banco de México continuará contribuyendo positivamente al desarrollo del país”.

Recordó que en la reunión anual de octubre del FMI y el Banco Mundial continuará en la posición de presidente del IMFC pues será hasta el 1 de diciembre cuando tome posesión como director general del BIS.

En este punto, Christine Lagarde, directora gerente del FMI, ratificó la determinación de la membresía de renovar la LCF a México dado el compromiso que mantiene con el libre cambio, el régimen de inflación por objetivos y la autonomía del Banco de México.

Por otra parte, comentó que en torno a la polémica global que ha levantado el comportamiento cambiario en algunas economías y los efectos que impone la volatilidad de los flujos de capital (Donald Trump ha señalado concretamente a China, Japón y Alemania como manipuladores cambiarios), Lagarde dijo:  “la membresía del IMFC ha apoyado el trabajo del FMI para que realice una observación más rigurosa, tanto en términos del Artículo IV como del ESRs´ que se dará a conocer en julio”.

CRECIMIENTO INCLUYENTE

Por otra parte, en el comunicado emitido al concluir la edición número 35 de la Reunión del IMFC,  no se refrendó la palabra utilizada el año pasado sobre que la membresía hacía un llamado a “resistir” el proteccionismo, sino que se empleó un tono bastante mesurado considerando que las elecciones en Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia, este domingo, están apoyando administraciones que consideran la posibilidad de utilizar medidas unilaterales para impulsar su crecimiento, incluyendo el uso de impuestos y medidas de protección al comercio.

No digo que seamos optimistas sobre la tendencia de recuperación que hay en la economía, sino que la membresía del organismo coincide en que “probablemente nos hemos movido de un elevado riesgo financiero y económico a más intensos riesgos geopolíticos”, dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.

El Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC) hizo un llamado global para que se impulsen de manera decidida políticas que fortalezcan el crecimiento económico incluyente, esto es, con una mezcla de políticas que permita utilizar más eficientemente los recursos disponibles para mejorar la salud, educación y la red de seguridad, sin descuidar la solidez de las finanzas públicas.

De hecho, Carstens abundó: “creo que estamos en una posición de “precaución optimista, porque los esfuerzos realizados en los últimos años han comenzado a dar resultados, pero eso no quiere decir que declaremos victoria”.

El último punto polémico fue el llamado del IMFC a fortalecer políticas que impulsen el crecimiento incluyente y no dejen atrás a quienes se han visto afectados por la crisis y el avance de la tecnología que desplaza mano de obra, punto cuestionado dado que la gran mayoría de las economías (aún las asiáticas) se encuentran en procesos de ajuste fiscal que no impulsan el crecimiento y tampoco resultan en recursos que faciliten atender a los dejados atrás con holgura.

Nosotros no estamos etiquetando el crecimiento o pretendiendo movernos en un espectro político”, dijo Carstens, sino que a partir del análisis puntual que realiza el FMI se muestra dónde puede la misma política fiscal, financiera y monetaria generar espacio para aumentar el crecimiento incluyente, pero sin etiquetas, con hechos para que se tomen los cursos de acción necesarios.